España dedicó 300.000 euros públicos a ensayos clínicos entre 2012 y 2017, mientras Francia aportó 120 millones
MADRID, 11
Francia dedicó entre 2012 y 2017 un total de 120 millones de euros de financiación pública a la promoción de ensayos clínicos independientes, mientras que España invirtió 43 veces menos (300.000 euros), según han denunciado este jueves la Asociación Española de Investigación sobre Cáncer (ASEICA) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) para ejemplificar los problemas a los que se enfrentan los investigadores españoles.
En una rueda de prensa con motivo del Día de la Innovación en Cáncer, que se celebra el próximo 18 de abril, las dos organizaciones han alertado de las trabas a las que se enfrentan oncólogos e investigadores para hacer llegar la innovación en cáncer a la sociedad española, así como han realizado una radiografía de la situación de los ensayos clínicos o patentes de fármacos en España frente a otros países europeos.
«Con esta burocracia para optar a proyectos y la falta de financiación, los investigadores españoles, pese a que son competitivos y tienen una gran capacidad de formación, están viajando con ruedas de piedra», ha lamentado el presidente de ASEICA, Xosé Bustelo, quien ha calificado la situación de síndrome de Fernando Alonso : «pilotos excelentes pero falla el chasis».
Bustelo ha señalado que el reto es alcanzar el 70 por ciento de supervivencia en cáncer para el año 2030, desde el 55 por ciento actual. Para ello, ha insistido, se necesita «más innovación e investigación, con ensayos clínicos más rápidos». En este contexto, ha puesto en valor el «gran capital humano» de la ciencia española e iniciativas como los CIBER, que «aunque infrafinanciados permiten colaboraciones para desarrollar nuevos fármacos».
Junto a esto, ha descrito como «muy buena» la conciencia social sobre la importancia de la investigación para mejorar la vida de los pacientes. Al respecto, ha recordado que la financiación de fondos filantrópicos ha aumentado «un 350 por ciento en los últimos años», aunque a continuación ha lamentado la «falta de buena financiación» en I+D+i, la «principal causa» que lastra el progreso en desarrollo de startups , por ejemplo, según un estudio publicado recientemente en la revista Nature Biotechnology .
De acuerdo con los datos de esta investigación, expuestas por Bustelo en rueda de prensa, Europa cuenta con alrededor de 400 startups relacionadas con biomedicina distribuidas en 16 países, si bien existen «desigualdades» entre las diferentes regiones. En términos absolutos, España se sitúa en las últimas posiciones en cuanto a número absoluto, con 25 iniciativas en este campo, solo por delante de Noruega, Italia y Polonia, mientras que Francia (51), Alemania (31) y Reino Unido (129) superan ampliamente a nuestro país.
Según el informe, estas diferencias se basan principalmente en el presupuesto público destinado a investigación y desarrollo. Datos de la Comisión Europea revelan que países como Suecia, Austria o Dinamarca invierten alrededor del 3,3 por ciento de su PIB, mientras que España se sitúa a la cola del gasto público en investigación con un 1,2 por ciento, junto con países como Polonia o Portugal. «Tampoco ayuda la falta de empresas de capital riesgo dedicadas específicamente al ámbito biomédico», ha añadido Bustelo.
El presidente de ASEICA ha inicidido, además, en la «falta de apoyo» de la Oficina de Transferencia a la hora de realizar patentes, donde España está «muy por detrás» de Francia, Suecia, Reino Unido o Estados Unidos. También ha lamentado que los investigadores españoles pasen «ocho horas diarias de la jornada laboral haciendo papeles». «Tenemos que dedicar nuestro tiempo a pensar y no a rellenar papeles, algo que no se nos da demasiado bien, de hecho», ha comentado.
Otro «gran problema» que han criticado es que la gran mayoría de ensayos clínicos se realizan en asociación con empresas biofarmacéuticas. «Esto no pasa en otros países donde existen muchos más ensayos iniciados directamente por los investigadores. Esta situación se asocia, nuevamente, con la falta de financiación pública. La mayoría de la investigación clínica en España, uno de los países europeos más atractivas, el 80 o 90 por ciento son financiados por la industria», ha argumentado la presidenta de SEOM, Ruth Vera.