Escrivá cifra los beneficios fiscales en España en entre 80.000 y 90.000 millones y los ve «poco evaluados»
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado este viernes que España es el país con más beneficios fiscales de Europa, que ha cifrado en entre 80.000 y 90.000 millones de euros, y ha denunciado que se evalúan «poco» respecto a los objetivos que persiguen.
Durante su intervención en una jornada organizada por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para hablar del impulso que quiere dar el Ministerio a los planes de empleo, Escrivá ha subrayado que a la hora de detraer recursos públicos se debe ser «extraordinariamente prudente y cuidadoso», pues se están utilizando los impuestos de todos los españoles, por lo que los beneficios fiscales deben ir dirigidos a cumplir objetivos «genuinos», eliminar «fallos» de mercado o impulsar un bien público «evidente».
Eso es lo que se pretende hacer, ha explicado, con el proyecto de ley para el impulso de los planes de pensiones de empleo que está promoviendo su Ministerio, aprobado el pasado martes por el Consejo de Ministros para su remisión al Parlamento.
La norma, ha recordado el ministro, persigue facilitar el acceso a estos mecanismos de ahorro a largo plazo para los trabajadores de rentas medias y bajas, los autónomos y las pequeñas y medianas empresas (pymes).
«Se trata de abordar un fallo que tenemos en España, con distintas vertientes: financiera, de negociación colectiva y otra relacionada con el propio diseño público de los incentivos (…) Los planes de empleo llevan estabilizados desde hace 20 años. Una vez que X número de grandes empresas puso en marcha sus planes, ahí se acabó la historia y ya no ha habido más», ha subrayado.
En España el porcentaje de trabajadores con planes de pensiones de empleo se encuentra en el 10%, frente a otros países que tienen el 50%. Mientras que en otros países han aumentado mucho por las reformas para impulsarlas, en España no ha sucedido lo mismo. «Tenemos un fallo de marcado, una anomalía clara cuando nos comparamos cuando los países de nuestro entorno», ha señalado.
INCENTIVOS FISCALES, PERO PARA CUMPLIR OBJETIVOS CLAROS
Respecto a los incentivos fiscales asociados al ahorro a largo plazo, Escrivá ha denunciado que han sido «extraordinariamente regresivos», pues dos tercios de las personas que se han beneficiado de estos incentivos se encuentran en el tramo más alto de rentas. El ministro ha indicado que los datos evidencian que no se ha conseguido fomentar el ahorro a largo plazo, sino un «intercambio entre instrumentos financieros».
«Al final el beneficio fiscal sirve para decantar o desplazar el ahorro ya existente hacia un instrumento que tiene ese beneficio financiero», ha apuntado Escrivá, que ha añadido que, con los recursos públicos, se deben generar estímulos para que la oferta también se mueva a productos que cumplan con el objetivo último de impulsar el ahorro a largo plazo.
Por ello, Escrivá ha subrayado que la norma que se ha diseñado aumenta los incentivos hacia los planes de empleo y bajan los incentivos a los planes individuales porque, «con dinero público involucrado» éstos «no están justificados» en general y porque lo que interesa es que la oferta se desplace hacia los planes colectivos de empleo, donde existen «todas las posibilidades y condiciones para generar un ahorro a largo estable y, sobre todo, en rentas bajas y medias».
«En España hay ahorro a largo plazo, se ahorra mucho, pero en vivienda; es una decisión individual, cultura, pero es un instrumento poco flexible, que da poco margen», ha afirmado el ministro, que ha añadido que, sin querer entrar en decisiones individuales, lo que se quiere es impulsar los planes de empleo, como se hace en otros países.
Eso implica también que los planes individuales de pensiones «no pueden ser tan atractivos» como lo son ahora, de ahí que se hayan reducido los incentivos.