El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha alertado este miércoles sobre las dificultades que han encontrado los planes colectivos de empleo para crecer en España, en contraposición con lo ocurrido con los planes de pensiones individuales.

Escrivá, que ha estado presente en la inauguración del VII EFPA Congress, ha afirmado que en otros países el ahorro a largo plazo de las rentas medias y bajas «se materializa a través de planes colectivos de empleo, pero en España ha habido problemas para facilitar la creación de planes colectivos de empleo».

Así, el ministro ha explicado que el objetivo de la creación de los planes colectivos de empleo es aumentar la población cubierta por estos planes, «dar seguridad, confianza y transparencia a los partícipes, ofrecer productos de menor coste que aumenten la eficiencia y trasladar el beneficio fiscal hacia los partícipes».

Pocos minutos después de comparecer en el congreso de EFPA, Escrivá ha añadido que ya está muy avanzado el trámite parlamentario de estos planes de empleo, por lo que espera que esté en marcha «lo antes posible» y pueda impulsar el ahorro a medio y largo plazo, sobre todo, de estas rentas medias y bajas.

Igualmente, ha afirmado que «la creación de empleo es el mejor mecanismo para la sostenibilidad del sistema de pensiones, estamos en récord de ingresos por cotizaciones, contribuyendo a una disminución del déficit de la Seguridad Social».

Para Escrivá, «no hay un problema agudo, porque hay una edad de jubilación suficiente, en los 66,3 años que llegará hasta los 67 años, muy alta comparada con otros países como Francia», cuya jubilación está establecida en los 62 años.

Durante la apertura del congreso, Escrivá también ha destacado la importancia del asesoramiento financiero, «una actividad a la que me siento muy unido, puesto que la he dedicado una parte de mi vida», ha dicho.

Escrivá ha alentado sobre los escasos recursos que se dedican en España a la formación en el entorno laboral, en parte por la alta tasa de temporalidad, y ha reinvindicado la importancia del capital humano. «Los asesores financieros lo sabéis y parte de esta jornada se debe justo a la necesidad de inversión en formación y capital humano», ha asegurado.

LA «ÚNICA VÍA» PARA PROTEGER A LOS INVERSORES

Por su parte, el presidente de EFPA España, Santiago Satrústegui, ha resaltado la importancia del asesoramiento financiero como la «única forma de lograr los mejores resultados de inversión en un entorno cambiante, volátil y plagado de incertidumbres, como el que nos enfrentamos constantemente».

Satrústegui ha explicado, en la inauguración del congreso, la historia de la asociación, que nació en el año 2000 como un fenómeno de autorregulación del sector en un momento en el que no había requisitos sobre certificaciones profesionales.

«Había un impulso europeo al que nos sumamos para mejorar el trabajo que realizamos, acreditando a los profesionales para que tuvieran conocimientos, acompañados de un código ético que nos comprometía con los clientes. Después vino la regulación de la actividad del asesoramiento, con MiFID II, que replicó lo que nosotros ya hacíamos, incorporando la formación continua, otra de las apuestas de EFPA desde nuestro nacimiento», ha defendido el presidente de la asociación de asesores financieros.

Satrústegui ha señalado que en estos 20 años «ha pasado de todo», incluyendo los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas en Nueva York, la crisis financiera global de 2008, el Brexit o la pandemia de Covid-19. «Se ha demostrado que el asesoramiento financiero siempre es indispensable, el conocimiento nos protege de errores, pero por mucho que podamos aprender, lo que no vamos a saber es predecir el futuro», ha explicado.

FINANZAS CONDUCTUALES

Los expertos participantes en EFPA Congress han analizado la importancia de las finanzas conductuales, que analizan desde un punto de vista psicológico el proceso de toma de decisiones de inversión.

Una encuesta de la asociación, realizada durante la pandemia, señalaba como el 70% de los clientes tomaba decisiones de inversión empujados por la ansiedad o el miedo, lo que pone de manifiesto «la necesidad de que los asesores financieros trabajen la psicología del comportamiento como uno de los elementos más importantes de su día a día, ya que ayuda a los clientes a tomar decisiones sin dejarse llevar por las emociones y ciertas amenazas, en entornos de incertidumbre, sobre información y situaciones extremas».