Errejón llama a «disputar un españolismo diferente» contra el centralismo y la «contraola» de la derecha

VALENCIA, 14

El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha alentado este jueves a los partidos de la izquierda a «disputar un españolismo diferente» contra el centralismo o el «chauvinismo» del gobierno de la Comunidad de Madrid y la «contraola revanchista» que ve en la España más reaccionaria.

«Es complicadísimo, pero no sumamos sin eso», ha advertido en la presentación de su libro Con todo en un coloquio con el público en el Octubre Centre de Cultura Contemporània (OCCC) de Valencia, con presentación a cargo del diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, y asistencia de representantes de la coalición como la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra.

Errejón, con parte de su intervención en valenciano, ha apuntado al Día de la Hispanidad como ejemplo de «una identidad nacional profundamente débil, como un imperio, que solo sabe ser reaccionaria» y «no ha sido capaz de construir un proyecto para todos». «No les preocupa que haya calles en alemán en Mallorca, pero sí que le llamen platja», ha ilustrado, y ha lamentado que le griten por la calle viva España como un insulto cuando se siente «bastante español».

Un españolismo que ha comparado con la masculinidad, que «hay que demostrarla permanentemente», y que ve como germen de una ola reaccionaria ya extendida por España y basada a su juicio en la «amenaza del feminismo» y el anticatalanismo.

También ha señalado a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, como exponente de «un chauvinismo que no se lo pone fácil al PP nacional» porque «Ayuso no es Feijóo» y de un centralismo que afecta al resto de España. «Madrid se está tragando a Guadalajara, a Toledo y a buena parte de las comunidades limítrofes», ha avisado, defendiendo que de ahí salgan movimientos como Teruel Existe.

PIDE CALMA A LA IZQUIERDA

Por contra, Errejón ha llamado a que la izquierda aprenda de los últimos años y sepa en qué condiciones está para ser capaz de cambiar el ciclo, no tanto político como social. Recordando su etapa en Podemos, ha apuntado problemas como el «exceso de prisa» sin pensar a largo plazo que genera «ascensos muy rápidos con anclajes no muy sólidos».

Y ante la «fragilidad» que ha revelado la pandemia, ha sostenido que hay dos respuestas: o «democratizar la crueldad» con «síntomas» como las agresiones LGTB o «la alianza de los frágiles» para «trastocar la correlación de fuerzas» y así transformar la sociedad. «Reconstruyéndonos, tropezándonos y levantándonos. Es nuestra forma de estar en el mundo y se llama militancia», ha reivindicado.

«TIENEN QUE ASUMIR QUE VAN A PERDER ELECCIONES»

Errejón ha justificado que en su partido critican al «Gobierno más progresista de la historia», el que comparten PSOE y Unidas Podemos, porque cree que piensan que seguirán ganando y que no pueden hacer nada más en ámbitos como la regulación del mercado eléctrico. «Lo que ha primado en Moncloa es que, como Vox va a seguir, seguimos ganando», ha dicho, y ha comparado a Pedro Sánchez con Salvador Allende porque «no ha tenido que hacer nada, los otros se lo dicen».

Pero ha hecho hincapié en que «tienen que asumir que van a perder elecciones» y hasta entonces mientras gobiernan ser capaces de dejar una España más proclive a los cambios. «Los ciudadanos con menos miedo pueden pelear por más», ha ilustrado, y en clave valenciana ha destacado a Compromís por «ser capaz de marcar tendencias políticas propias».

En esta línea, ha confiado en que «la oleada de a por ellos tiene largo recorrido» y en que la crisis ecológica abre una «oportunidad de oro» para el cambio del modelo productivo. Ha defendido además que en política hace falta estar comprometido, hacer comunidad y «ser buena persona».

BALDOVÍ: «LO QUE PUDO SER Y NO FUE»

En la presentación, Baldoví ha invitado a leer su libro porque «podría ser una serie» desde los años «fulgurantes» de la mayoría absoluta de Rajoy, con «un Congreso del Antiguo Régimen», hasta cuando «todo empezó a cambiar». «Demuestra que los cambios se hacen desde dentro, y en el País Valencià lo tenemos claro», ha aseverado.

También es la historia de «lo que pudo ser y no fue», de las «miserias» de los partidos y de una «ruptura dolorosa», la de Podemos, y de «la dicotomía Íñigo-Pablo», a los que ha comparado con músicos como Coldplay y Bruce Springsteen, respectivamente. «Yo cuando salí en la Fonteta también me sentí el boss «, ha recordado sobre el mitin de 2015 en Valencia.