Erdogan asegura que Turquía no dispone «ni de los medios ni de la paciencia» para acoger más refugiados

Sobre Afganistán ha defendido que no se puede encontrar una solución con la «imposición de métodos» ajenos a la realidad del país

Asegura que la gestión de la pandemia no ha sido un buen ejemplo pues ha dejado «casi abandonada» a la población más pobre

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha lanzado su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas en el que ha asegurado que su país no dispone «ni de los medios ni de la paciencia» para hacer frente a las posibles nuevas olas de refugiados que puedan emigrar de Afganistán.

«Además de los sirios, hay más de un millón de inmigrantes de diversos estados en nuestro país. Debido a los acontecimientos en Afganistán, nos enfrentamos a la posibilidad de una afluencia de inmigración desde este país (…) Ha llegado el momento de que todas las partes interesadas hagan su trabajo sobre la base de un reparto justo de la carga y la responsabilidad», ha aseverado.

Además, Erdogan ha criticado que el pensamiento de algunas naciones de » lo hice y ya está hecho » hará que «no solo ciertos países, sino toda la humanidad pague la factura por eso».

«En Afganistán se ha visto de forma muy dolorosa que no es posible encontrar una solución a los problemas con la imposición de métodos que no tienen en cuenta las realidades sobre el terreno y el tejido social», ha aseverado el mandatario, que ha añadido que el pueblo afgano «se ha quedado solo con las consecuencias de más de 40 años de inestabilidad y conflicto».

Respecto al protagonismo turco en el conflicto en Siria, el presidente ha apuntado que su país acoge a casi cuatro millones de sirios y que también «lucha sobre el terreno contra las organizaciones terroristas». «Somos el único aliado de la OTAN que ha luchado contra el Estado Islámico (…) Con nuestra presencia evitamos las masacres y las limpiezas étnicas cometidas por las extensiones de la organización terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)», ha defendido.

Así, el mandatario turco ha instado a la comunidad internacional a que actúe firmemente contra el conflicto sirio, que ya cumple diez años, y luche en la búsqueda de una solución política que se base en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y satisfaga las expectativas del pueblo sirio.

Del mismo modo, ha puesto en valor el trabajo de la Administración turca en territorio libio para establecer un alto el fuego entre las partes, así como un posterior Consejo Presidencial y un Gobierno de Unidad Nacional, al cual seguirán apoyando en sus esfuerzos por proporcionar servicios públicos, unificar las instituciones y organizar elecciones.

CONFLICTO EN CHIPRE, ORIENTE MEDIO Y CÁUCASO

Sobre el conflicto en Chipre, Erdogán ha afirmado que una solución justa, permanente y sostenible solo es posible con un enfoque realista y orientado a resultados. «Para encontrar una solución, se debe registrar la igualdad soberana y la igualdad de condición internacional del pueblo turcochipriota, que es el elemento principal de la isla», ha apuntado.

Así, ha pedido a la comunidad internacional que tenga en consideración las opiniones de los turcochipriotas con «una mente abierta y sin prejuicios», y ha asegurado que un Mediterráneo tranquilo forma parte de un «interés común». «Esperamos que los problemas relacionados con la distribución de las áreas de jurisdicción marítima se resuelvan en el marco del derecho internacional y las relaciones de buena vecindad», ha trasladado.

Al explicar que la propuesta de organizar una Conferencia del Mediterráneo Oriental todavía está sobre la mesa, el presidente Erdogan ha añadido que, de manera similar, considera que los problemas en la zona del Mar Egeo deben también ser resueltos mediante el diálogo bilateral.

En otra línea, el presidente ha detallado que uno de los problemas más importantes que amenaza la estabilidad y la paz en la región de Oriente Próximo es el conflicto entre palestino-israelí, sobre el cual ha defendido que no se resolverá «mientras continúe la persecución del pueblo palestino».

«Las políticas de ocupación, anexión y asentamiento ilegal deben terminar de inmediato. Continuaremos oponiéndonos a las violaciones del estatus internacional de Jerusalén sobre la base de la resolución de las Naciones Unidas de 1947», ha dicho.

Por otro lado, ha apuntado que «Azerbaiyán, haciendo uso de su derecho de autodefensa, ha puesto fin a la ocupación de su propio territorio», algo que ha permitido «la apertura de nuevas ventanas de oportunidad para una paz duradera en la región».

«Concedemos importancia a la protección de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, incluida Crimea, cuya anexión no reconocemos», ha añadido Erdogan, quien también ha mostrado su apoyo al regreso «seguro, voluntario, digno y permanente» de los musulmanes rohingya «que viven en condiciones difíciles en campamentos en Bangladesh y Birmania».

MAL EJEMPLO DE SOLIDARIDAD EN PANDEMIA

Así, el presidente turco ha trasladado una «verdad dolorosa» y ha afirmado que la pandemia no ha dado un buen ejemplo en términos de solidaridad pues los países subdesarrollados y la población más pobre han quedado «casi abandonados a su suerte».

Erdogan ha criticado con fuerza que en el apogeo de la pérdida de vidas a cuenta de la COVID-19, «la estructura distorsionada del sistema global» haya creado problemas en lugar de aportar soluciones, algo que, sumado «al nacionalismo de las vacunas», ha supuesto una «vergüenza para la humanidad».

Es por esto que ha mostrado su deseo de que esta Asamblea General sea «un punto de inflexión» en este aspecto y que se ponga de manifiesto la importancia de la cooperación a nivel internacional y de la ciencia, tal y como se ha podido observar en el contexto pandémico y materializado en la investigación y desarrollo de las vacunas.

CAMBIO CLIMÁTICO

Para el mandatario turco, «la humanidad ha utilizado los recursos naturales que ha encontrado en la búsqueda del progreso y el desarrollo», pero no ha respetado el equilibrio de la naturaleza, por lo que ahora el conjunto del planeta se enfrenta a la crisis climática: contaminación del aire, inseguridad hídrica y alimentaria o la pérdida de la biodiversidad.

En esta línea, Erdogan ha defendido que el mayor impacto del cambio climático se verá en las poblaciones que viven en las grandes ciudades, y ha puesto de ejemplo las lluvias causadas por huracanes en Nueva York, o las que azotaron centroeuropa.

Es por esto que el mandatario ha lamentado que «los países que no causan el cambio climático, incluida Turquía, serán los más afectados por este desastre» y que esta situación «traerá consigo nuevas y enormes oleadas de migración».

Así, el presidente turco ha aseverado que «la Tierra es más grande que cinco», en alusión a las grandes potencias del planeta que son quienes han hecho «el mayor daño a la naturaleza, al aire, al agua, al suelo y a la tierra», y por ello «deben hacer la mayor contribución» para hacer frente a la crisis climática. «A diferencia del pasado, esta vez nadie tiene derecho a decir: Soy fuerte, no pago facturas «, ha aseverado.

Finalmente, Erdogan ha defendido la ONU como «la única plataforma para la solución de problemas que preocupan a toda la humanidad», y ha trasladado que se puede «construir un mundo de prosperidad y felicidad».

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