ERC rechaza una estrategia «compartida entre militantes independentistas y soberanistas»
Aprueba su ponencia estratégica con un 92,3% de apoyos y llama a superar la política de «brazos caídos»
MARTORELL (BARCELONA), 16
El plenario del 30 Congreso de ERC ha rechazado una enmienda a su ponencia estratégica impulsada por el colectivo Àgora Republicana, liderado por el exlíder del partido en el Congreso Joan Tardà, que apostaba por una estrategia «compartida entre militantes independentistas y soberanistas».
En un comunicado, los republicanos han explicado que la votación de esta enmienda no ha habido consigna de voto por parte de la dirección, por lo que la mesa del Congreso y los integrantes de la ejecutiva han votado de forma diferenciada, y han detallado que la enmienda ha obtenido 311 votos en contra, 48 en blanco y 196 a favor.
La ponencia, que llevaba por título Objetivo 2031: alcanzar la mayoría social a favor de la independencia , ha obtenido un 92,3% de apoyos en el plenario –503 votos a favor, 22 en blanco y 20 en contra–, y ha llamado a superar la política de «brazos caídos» en clave independentista.
El texto lo han presentado el vicesecretario general de Estrategia, Joan Plana, y la vicesecretaria general de Mundo Rural, Solés Carabassa, y ha reivindicado que ERC apuesta por una mayoría «sólida y estable» a favor de la independencia de Cataluña en 2031 y trabajar para preparar Cataluña y reforzar una conciencia nacional, textualmente.
CAMBIO DE ETAPA POLÍTICA
El texto señala que la independencia «es la mejor herramienta para garantizar una Cataluña más justa, más próspera y más democrática», y asegura que la pérdida de la mayoría independentista en el Parlament no es inocua e implica un cambio de etapa política.
Ante este escenario, ERC apuesta por recuperar la mayoría independentista y «construir las condiciones para hacer efectivo el derecho a la autodeterminación, pero mientras eso no suceda insta a superar la política de brazos caídos».
La ponencia defiende utilizar «las palancas de fuerza» de ERC y se fija dos objetivos: el fortalecimiento institucional, dotando a las instituciones de más soberanía y capacidad de influencia, y la reducción de la influencia de las instituciones del Estado en Cataluña.