Enagás prevé abordar con el nuevo Gobierno de Perú un acuerdo «amistoso» al conflicto por GSP
Enagás prevé abordar con el nuevo Gobierno de Perú una negociación para buscar un acuerdo amistoso al conflicto abierto por Gasoducto Sur Peruano (GSP), el proyecto de gasoducto de más de 1.000 kilómetros que fue paralizado en 2017.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre, el presidente de la compañía, Antonio Llardén, afirmó que la compañía está esperando la toma de posesión del nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, que tendrá lugar este miércoles, para «contactar» con el nuevo Gobierno del país y «poner de manifiesto la voluntad clara de llegar a acuerdos en el arbitraje».
No obstante, el directivo señaló que esta solución es «paralela» y «siempre» es posible el proceso de arbitraje, como el que abrió la compañía en el Ciadi para reclamar más de 400 millones de euros al Gobierno peruano por la suspensión del proyecto en 2017.
De hecho, este proceso arbitral sigue su curso según el calendario procesal previsto y los asesores legales del grupo prevén que el laudo pueda emitirse a finales de 2022.
ROTACIÓN DE ACTIVOS.
En lo que respecta al plan de rotación de activos que prevé abordar la compañía para maximizar el valor para los accionistas, Llardén aseguró que dependerá de la evolución de los mercados y de las expectativas de cada activo, pero que se trabajará en él «tanto en este año como en el siguiente».
En lo que se refiere a la previsión de beneficio neto del grupo para este ejercicio de 380 millones de euros, Llardén destacó los buenos resultados alcanzados por el grupo en este primer semestre, con un beneficio neto de 213,1 millones de euros, gracias al comportamiento de las participadas del grupo y los «esfuerzos» en eficiencia, aunque prefirió ser «prudente» de cara a marcar una mejora al final del año con respecto a la guidance prevista.
OPORTUNIDADES EN EUROPA Y EEUU CON GASES RENOVABLES E HIDRÓGENO.
Por otra parte, Enagás afirmó que ve oportunidades a futuro para el crecimiento en Europa y Estados Unidos, como operador de las infraestructuras gasistas, en el desarrollo de los gases renovables y el hidrógeno, que jugarán un papel «importante» en la descarbonización.
En este sentido, Llardén valoró muy positivamente el paquete «Fit-for-55 de la UE y destacó que las infraestructuras de toda la red gasista «están muy preparadas para ayudar al despliegue de los gases renovables», que serán necesarios para «alcanzar los ambiciosos objetivos marcados».
«Allí los TSO podemos jugar un papel modestamente muy importante», dijo Llardén, considerando que en los próximos 3 o 5 años habrá avances en el desarrollo de proyectos.
En lo que respecta a Estados Unidos, el consejero delegado del grupo, Marcelino Oreja, señaló que, con el cambio en la Administración del país tras la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden, hay una apuesta por el hidrógeno, «tanto verde como azul».
A este respecto, a través de su participada estadounidense Tallgrass -que ya se ha adjudicado un pequeño proyecto de producción de hidrógeno azul-, el directivo se mostró convencido de que va a haber «muchas oportunidades» de crecimiento en ese ámbito.