El uso de la mascarilla ha doblado las infecciones oculares y la sequedad ocular
El uso de las mascarillas ha propiciado que las infecciones oculares, como orzuelos, ojo seco o erosiones corneales, se dupliquen a causa del vapor caliente que se genera cuando se espira y la mascarilla no permite una buena filtración del aire, según ha desvelado Sanitas.
Con motivo del Día Mundial de la Visión, la compañía de salud ha organizado una campaña de revisiones oftalmólogicas al hilo de la conmemoración de este día. En esta línea, ha recomendado ajustar bien la mascarilla a la nariz, aumentar el uso de lubricantes oculares y lavar los párpados con jabón neutro al llegar a casa para evitar una infección ocular.
«Al respirar dentro de la mascarilla, se genera una concentración de vapor caliente del aliento espirado que, por una parte, acelera la evaporación de la lágrima y, por otra, altera su pH, cosa que favorece las infecciones palpebrales ocasionadas por las bacterias que contienen, tanto el aliento como los propios párpados», ha explicado la oftalmóloga del Hospital Sanitas Cima (Barcelona), Lucienne Collet.
En este sentido, la especialista ha alertado acerca de la ausencia de revisiones periódicas de la población «por miedo al contagio» y ha apuntado a que personas que han superado el virus de la COVID-19 pueden sufrir alguna secuela visual «que es necesario determinar y controlar».
«Este año es especialmente importante reforzar el ámbito de la prevención. A parte de la necesidad de revisiones periódicas para detectar a tiempo enfermedades oculares que pueden ocasionar ceguera, como el glaucoma, las retinopatías o la degeneración macular, y con la merecida distancia en cuanto al riesgo para la salud ocular, la pandemia de Covid-19 está teniendo también impacto sobre la salud visual», ha subrayado.