El turismo outdoor es un palanca para la desestacionalización, la economía local y el empleo estable
La desestacionalización del turismo puede generar un impacto económico estable y nuevas oportunidades de empleo en España, según la plataforma de experiencias al aire libre Freedome, que asegura mitigar la dependencia de los meses de mayor afluencia, permitiría garantizar ingresos más constantes para los operadores, generar empleo estable en el ámbito local, e impulsar un turismo que respeta el medioambiente y valora la autenticidad de cada territorio.
La desestacionalización del turismo se ha convertido en uno de los grandes retos de la economía española. Con un modelo tradicionalmente concentrado en los meses de verano, Semana Santa, Navidad y puentes, los destinos sufren una fuerte presión en temporada alta y largos periodos de baja actividad el resto del año, lo que impacta directamente en la estabilidad de los operadores turísticos y el empleo.
El turismo outdoor se perfila como una solución para revertir esta dinámica. Así lo confirman los datos de un estudio realizado en 2024 en Italia por Freedome, la plataforma de experiencias al aire libre.
Más del 60% de los clientes afirma participar en actividades outdoor tanto en temporada alta como en baja. Solo un 25,3% concentra sus actividades outdoor en los meses punta (junio, julio, agosto y diciembre). El 54,1% ha descubierto entre 1 y 2 nuevos destinos gracias a las experiencias en el exterior. El 76,1% prefiere pequeños operadores locales frente a grandes cadenas, y el 82,3% valora el uso de productos de kilómetro cero.
IMPACTO ECONÓMICO: ESTABILIDAD E IMPULSO A LA COLABORACIÓN LOCAL
Más allá de su atractivo para los viajeros, este fenómeno genera beneficios tangibles para la economía local ya que las actividades al aire libre suavizan la dependencia de la estacionalidad y reparten los flujos turísticos.
Además tiene un efecto multiplicador sobre la economía del territorio. El 63,1% de las experiencias se combina con gastronomía o actividades culturales locales, beneficiando a sectores como la restauración, la hostelería o los productores artesanales.
Asimismo genera nuevas oportunidades de colaboración. En Italia, el 73,9% de los operadores encuestados declaró haber incorporado nuevos colaboradores a su actividad gracias a la visibilidad y sinergias generadas con Freedome, ampliando así la red de profesionales implicados en el turismo outdoor.
«Los datos son claros: el turismo outdoor no solo contribuye a un modelo más sostenible y auténtico, también asegura estabilidad económica y laboral para los territorios. En España vemos un potencial enorme para replicar este efecto positivo, gracias a la diversidad de paisajes y climas que permiten actividades durante todo el año», señala Manuel Siclari, cofundador de Freedome.
Más allá del tradicional turismo de sol y playa, España consolida una oferta de turismo de aventura desestacionalizada, accesible durante todo el año y que promueve un modelo más sostenible. Esta tendencia, que diversifica las opciones de ocio, se manifiesta en experiencias como un relajado paseo a caballo en Pinto, Madrid, ideal para familias, o el excitante coasteering en los acantilados de Villajoyosa, Alicante, una aventura perfecta para la primavera y el otoño.
La búsqueda de adrenalina tampoco tiene temporada: el parapente en Alarilla, Guadalajara, ofrece vistas de vértigo en cualquier momento, mientras que la Vía Ferrata Roca de la Creu, en los Pirineos, brinda una escalada guiada con paisajes espectaculares.
Finalmente, el rafting en el cañón de Almadenes, Murcia, con su visita a las cuevas, se presenta como una alternativa refrescante al turismo costero masivo, evidenciando que la riqueza natural del país permite disfrutar de experiencias únicas sin importar la estación.
HACIA UN TURISMO MÁS SOSTENIBLE Y RESILIENTE
El estudio de Freedome también subraya el papel del turismo outdoor en la lucha contra el sobreturismo , una problemática que en España ya está en primera línea del debate turístico.
En ciudades como Toledo se han aprobado ordenanzas que limitan los grupos turísticos a un máximo de 30 personas y prohíben el uso de megáfonos para preservar la convivencia urbana, mientras que San Sebastián ha fijado un límite de 25 personas por grupo y horarios restringidos para las visitas guiadas.
En la costa, las Islas Cíes (Galicia) aplican desde hace años un cupo estricto de acceso — 1.800 visitantes diarios en temporada alta y 450 en baja — con reserva previa, lo que ha permitido proteger el ecosistema y mejorar la experiencia del visitante.
En este contexto, el turismo outdoor emerge como una herramienta eficaz para redistribuir los flujos de visitantes hacia destinos rurales y menos conocidos, reducir la presión en enclaves urbanos masificados y, al mismo tiempo, ofrecer un modelo turístico más equilibrado, sostenible y competitivo.
Para España, este modelo representa una oportunidad estratégica, ya que permite mitigar la dependencia de los meses de mayor afluencia, garantizar ingresos más constantes para los operadores, generar empleo estable en el ámbito local, e impulsar un turismo que respeta el medioambiente y valora la autenticidad de cada territorio.
«Si en Italia hemos visto que Freedome ha generado un impacto económico de más de 15 millones de euros desde su fundación, gracias a los productos y servicios que los visitantes consumen en el lugar del destino, creemos que en España el potencial es el mismo. Las experiencias, por lo tanto, no solo enriquecen la oferta para los viajeros, sino que también generan valor para las economías locales», añade Michele Mezzanzanica, cofundador de Freedome.
La startup italiana Freedome, especializada en experiencias outdoor, ha desembarcado en España en 2025 tras su paso por Italia, con más de 500.000 clientes y 2.000 operadores profesionales. Su objetivo: profesionalizar el sector, digitalizar la oferta y promover un turismo más activo, saludable y sostenible.
En su despliegue inicial, Freedome ya opera en ocho comunidades autónomas, con especial éxito en regiones con gran riqueza natural como la Andalucía, Aragón, Islas Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Ceuta, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Islas Baleares, Navarra, País Vasco, Asturias y Murcia.



