El Tribunal Constitucional de Colombia extiende la eutanasia a pacientes no terminales
El Tribunal Constitucional de Colombia ha extendido este jueves el derecho a la eutanasia a pacientes que padezcan intenso sufrimiento por lesión corporal o enfermedad grave e incurable, con lo que ya no se incluye como requisito padecer una enfermedad terminal.
La Sala Plena del Tribunal Constitucional ha dictado, con seis votos a favor frente a tres en un contra, un fallo por el que se debe garantizar el derecho a una muerte digna en los mencionados casos y se impulsa así el cambio al artículo 106 del Código Penal, una petición que se había incluido en una demanda del secretario de la Juventud de Medellín, Alejandro Matta, y el ciudadano Daniel Porras.
De acuerdo a este artículo, ahora no se considera delito la muerte «por piedad» cuando «sea efectuada por un médico, sea realizada con el consentimiento libre e informado, previo o posterior al diagnóstico del sujeto pasivo del acto, y siempre que el paciente padezca un intenso sufrimiento físico o psíquico, proveniente de lesión corporal o enfermedad grave e incurable». Antes de esta decisión del tribunal, el artículo contemplaba una pena de 16 a 54 años de prisión.
«En el marco del respeto por la dignidad humana, no puede obligarse a una persona a seguir viviendo, cuando padece una enfermedad grave e incurable que le produce intensos sufrimientos, y ha adoptado la decisión autónoma de terminar su existencia ante condiciones que considera incompatibles con su concepción de una vida digna», ha indicado el tribunal, según informa el medio colombiano El Tiempo .
Así, el Tribunal Constitucional colombiano ha llamado al Congreso a que «avance en la protección del derecho fundamental a morir dignamente» y apunte a «eliminar las barreras aún existentes para el acceso efectivo a dicho derecho».
El tribunal ha ampliado así el derecho a la eutanasia, cambiando su decisión de 1997, cuando recogió que no había responsabilidades penales para el médico que ayudase a morir a pacientes terminales voluntarios y se convirtió en el primer país de América Latina en regularizar la eutanasia.