El tráfico en el Puerto de Santander cae un 22,4% hasta febrero, a 946.465 toneladas

En febrero, con más de 534.000 toneladas movidas, el Puerto ha vuelto a niveles «habituales» tras un «mal» y «atípico» enero

El Puerto de Santander ha movido en los dos primeros meses del año 946.465 toneladas, lo que supone un 22,4 por ciento menos que en el primer bimestre de 2024.

Este resultado está lastrado por un «mal» y «atípico» enero, que, sin embargo, se ha corregido en febrero, que ha vuelto a cifras «habituales» y «dentro de la normalidad», lo que hace que el Puerto mantenga el objetivo de consolidar las 7 millones de toneladas logradas el año pasado, ha informado en un comunicado el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, César Díaz.

Tras la caída del 40,7 por ciento registrada en enero en sus mercancías, en febrero el Puerto movió 534.036 toneladas, solo un 0,4% menos que en el mismo mes de 2024.

En febrero, la mercancía general ha crecido un 8,7% y los graneles líquidos un 7,6%, mientras que los sólidos han bajado un 12%.

Pese al descenso general en los dos primeros meses del año, el tráfico de contenedores ha aumentado un 16,5%, alcanzando los 22.154 TEÚs (contenedores de 20 pies), mientras que los automóviles lo han hecho en un 11,5%, situándose en 45.748 unidades.

En lo va de año, los graneles líquidos representan el 4,1% del total de mercancías movidas por el puerto, los graneles sólidos el 39,1% y la mercancía general, la de mayor valor añadido, el 56,8%.

Díaz ha indicado que, de momento, el tráfico interanual –entre marzo de 2024 y febrero de 2025– se sitúa en 6,91 millones de toneladas «y está en línea con la consecución» de la meta de consolidar los 7 millones de toneladas «y las previsiones que nos transmiten nuestros operadores y clientes».

Además, ha destacado que el Puerto está ejecutando un «ambicioso plan de inversiones que contempla obras importantísimas», como Raos 6; el tacón y la rampa de Raos 9, o la ampliación del silo de automóviles.

También ha anunciado que se presentará próximamente un Plan Estratégico para el horizonte 2030 que constituye «la hoja de ruta para afrontar los próximos años y ser capaces de alcanzar los objetivos marcados a medio y largo plazo».