El Tesoro advierte a la banca de que los ERE pueden echar a perder la mejora de reputación ganada
El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, ha advertido a la banca del riesgo de que los procedimientos de despido colectivo que está acometiendo borren los avances en reputación que el sector consiguió durante los primeros meses de la pandemia.
Durante la conferencia El papel de la banca en la gestión de la crisis y la recuperación de la economía española que ha pronunciado en el acto conmemorativo del 145º aniversario de Ibercaja, San Basilio ha alertado sobre el riesgo reputacional al que se enfrenta la banca, que cobra especial importancia en un escenario en el que las entidades ya no solo compiten entre ellas sino con los nuevos operadores digitales.
En su opinión, la reputación de la banca mejoró con la crisis del coronavirus gracias a la reacción del sector, que demostró que los bancos «no solo eran sólidos y solventes sino que también estaban comprometidos con el apoyo a la economía, empresas, autónomos y familias».
«Creo que eso tiene riesgo de echarse a perder con problemas de imagen que de nuevo nos estamos encontrando este año, con cuestiones como los ajustes de plantilla en muchos casos. Creo que este es un elemento que es importante que la banca, más allá de lo que cada uno esté haciendo en su caso particular, lo afronte como un reto para el sector», ha sostenido.
El secretario general del Tesoro ha reconocido que el sector bancario debe reconvertirse, pero ha apuntado que una parte de esa reconversión tiene que ser también mantener la buena reputación conseguida gracias a su actitud en los primeros meses de la crisis del coronavirus.
En este sentido, ha señalado que, además de las medidas de apoyo a los afectados por un ajuste de plantilla o las medidas para luchar contra la exclusión financiera cuando se cierran oficinas, es importante que estos esfuerzos se visualicen y la banca consiga trasladar la imagen de sector comprometido con la sociedad.
San Basilio ha transmitido su confianza en que la banca seguirá desempeñando un papel fundamental en el futuro, apoyando a empresas, familias y autónomos.
«La banca, partiendo de una posición sólida, ha desempeñado un papel muy importante en la gestión de las medidas iniciales y en su ajuste posterior (de necesidades de liquidez a necesidades de solvencia), y debe seguir jugando un papel en la provisión de crédito en la recuperación y en la gestión del plan de recuperación, transformación y resiliencia», ha apuntado.
LA MOROSIDAD AFLORARÁ PREVISIBLEMENTE EL PRÓXIMO AÑO
El secretario general del Tesoro también ha querido referirse durante su intervención a los retos a los que se enfrenta la banca en el futuro para poder apoyar de forma eficaz a la economía.
A muy corto plazo, ha señalado a la gestión de riesgo de crédito, pues muchas empresas y sectores salen de la crisis con niveles de deuda superiores. «La cuestión es que ahora la banca sea capaz de gestionar el riesgo de crédito de forma eficaz, va a tener que identificar cuáles son los riesgos sobre los que actuar con reestructuraciones. Es un equilibrio entre una gestión prudente que te va a llevar a fuertes provisiones y una gestión valiente para apostar por aquellos proyectos que lo merezcan, porque será no solo en beneficio del propio proyecto, sino de los bancos», ha explicado.
En este escenario, San Basilio ha recordado que los indicadores tradicionales de morosidad «están un poco camuflados» por medidas de apoyo como los créditos con avales públicos y la ampliación de carencias y vencimiento en los préstamos.
«Todavía no han aflorado las situaciones de verdadera dificultad. Nos lo iremos encontrando, previsiblemente, quizás casi más el año que viene que este año. Habrá que verlo, pero las carencias de los préstamos avalados van a llegar hasta mediados del año que viene», ha explicado.
Por otro lado, ha citado otros dos riesgos a medio y largo plazo que debe gestionar la banca: el escenario de bajos tipos de interés, que presiona a la cuenta de resultados de las entidades, y la digitalización y creciente competencia, que se encuentra fuera de las exigencias del sector bancario.