El tamaño de la cabeza del espermatozoide puede ayudar a conocer la fertilidad de los hombres
El tamaño de la cabeza del espermatozoide es un parámetro a tener en cuenta a la hora de valorar la fertilidad del varón, según se desprende del trabajo El área media de la cabeza espermática de una muestra de semen predice mejor el FISH alterado que el recuento o la morfología espermática , elaborado por la clínica de fertilidad CREA y que ha recibido el premio de Investigación Básica en el 32 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
Para llevar a cabo este estudio se analizaron 153 ciclos de Inseminación artificial en mujeres menores de 39 años, 43 ciclos de ICSI con ovocitos propios en mujeres menores de 36 años, y 54 ciclos de ovodonación. Se consideró un área media de la cabeza espermática alterada aquella que superaba las 14,5 micras cuadradas (dato obtenido con anterioridad de un grupo de donantes fértiles con FISH normal).
«Siendo conscientes de estos resultados, ante la detección de un área de la cabeza espermática alterada, se podría indicar la realización de FISH en espermatozoides para poder ofrecer un tratamiento más específico a cada pareja, adaptándonos a sus necesidades y así aumentar las probabilidades de éxito», ha explicado el autor del trabajo, Miguel Ruiz.
La ventaja de este parámetro, prosigue, es que es una información que se obtiene desde el primer espermiograma y de forma sencilla. Normalmente, se pide un FISH a pacientes que ya acuden tras haberse hecho varios tratamientos de reproducción asistida fallidos o haber tenido dos o más abortos.
«Ahora, con este nuevo parámetro, solicitamos FISH en espermatozoides en cuanto comprobamos este valor elevado, porque más del 70 por ciento tendrán el FISH alterado y es una forma de tener esta información antes de que empiecen la clínica», ha apostillado el doctor.
Asimismo, en el encuentro se ha otorgado el premio de Investigación Clínica al estudio titulado La Distancia Ano Genital (DAG) como biomarcador de respuesta ovárica en los ciclos de FIV , llevado a cabo en el Hospital Clínico de Barcelona y en la clínica Dexeus, en el cual se demuestra que el acortamiento de la DAG se asocia a una baja respuesta a la estimulación ovárica y podría poner de manifiesto el efecto nocivo de ciertos factores endocrinológicos y ambientales sobre la reserva ovárica en fase prenatal.
La primera autora de este estudio, la doctora Joana Peñarubia Alonso, llevó a cabo esta investigación mediante la observación de 437 pacientes de fecundación in vitro. «Factores nutricionales, ambientales y tóxicos pueden afectar la reserva folicular ovárica en vida prenatal. La DAG es un biomarcador del ambiente hormonal-prenatal tal como se ha demostrado en pacientes con síndrome de ovario poliquístico (SOP) y endometriosis. De ahí que nos planteásemos analizar la relación de la DAG con los marcadores de reserva ovárica y con la respuesta a la estimulación ovárica con gonadotrofinas», ha explicado la experta.