El Senado rechaza una moción de Vox para pedir a Europa sanciones económicas contra Marruecos por la inmigración
La Comisión de Asuntos Exteriores del Senado ha rechazado este miércoles una moción presentada por Vox para instar al Gobierno a adoptar medidas de control de los flujos de inmigración irregular, entre las cuales figuraba pedir a la Unión Europea (UE) sanciones económicas contra Marruecos, Argelia y Mauritania.
La moción, que ha obtenido un total de 26 votos en contra, uno a favor y una abstención –de Ciudadanos–, también buscaba bloquear los visados de Marruecos, Argelia y Mauritania hasta que dichos países no readmitan a los inmigrantes ilegales.
El portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, el senador de Vox José Manuel Marín, ha afirmado los países mencionados «han violado» la frontera de España «de manera masiva» y ha explicado que la moción también contemplaba denunciar ante organismos internacionales la «agresión» que los países del norte de África ejercen sobre España «al no controlar el tráfico irregular de personas».
Asimismo, y en virtud de los artículos 23 y 24 de la Ley de Seguridad Nacional, Marín ha pedido declarar la «crisis migratoria» como una «situación de interés» para la misma, con el objetivo de desplegar «todos los recursos humanos y materiales necesarios y suficientes» para «prevenir, proteger y disuadir» el atraque de embarcaciones con inmigrantes ilegales a bordo en el territorio nacional.
Según ha sostenido el senador por Vox, España se enfrenta a un «colapso migratorio imposible de gestionar» por la ya «maltrecha economía» española y la «crisis humanitaria» derivada es «imposible de asumir» por el «desborde» de los servicios de asistencia españoles.
Datos del Ministerio de Interior de 2020, proporcionados por Marín, señalan que ese año ingresaron de forma ilegal un total de 42.097 inmigrantes, un 29 por ciento más que en 2019. En 2021, entraron en España 41.495.
Marín también ha aludido a «la variable del terrorismo camuflado en dicha inmigración», lo que sumado al asunto de la «seguridad nacional», crea «un cóctel crítico para cualquier nación». «Nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado advierten de la posibilidad de que los terroristas yihadistas se infiltren en nuestro país, vía las embarcaciones que transportan a los inmigrantes irregulares a España», ha dicho, antes de recordar que España, «por su posición geoestratégica, está especialmente expuesta a esa amenaza».
En este contexto, ha señalado que Marruecos y Argelia «han utilizado históricamente los flujos migratorios como arma geopolítica, relajando o presionando en los controles cuando ha interesado debilitar la posición negociadora, tanto de España como de la UE, a la hora de abordar sus pretensiones y reivindicaciones conocidas, como son el asunto de las aguas territoriales».
OPOSICIÓN A LA MOCIÓN
El primero en tomar la palabra ha sido el senador por Compromís Carles Mulet, del Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal, que ha indicado que la moción es «simplemente una provocación» que «alimenta el miedo no al extranjero, sino al pobre».
«Al pobre, al que huye del hambre o la guerra le escupen todo su odio para intentar meter miedo a los ciudadanos (…) para que la gente más humilde tenga miedo de empeorar su situación, porque viene alguien que está peor todavía que él», ha lamentado, al tiempo que ha incidido en que «la inmigración no es una opción libre», sino una «pulsión para sobrevivir».
Así, ha señalado que la «mejor manera» de frenar la migración es hacer desaparecer las causas «que abocan a las personas a huir de sus países para salvar sus vidas». No obstante, ha arremetido contra Marruecos y ha reconocido que «obviamente sobran los motivos» para pedir sanciones económicas y sociales contra el país.
En este sentido, ha tildado a Rabat de «terrorista» que «amenaza la integridad» de España día sí y día también», además contra los Derechos Humanos al «ocupar ilegalmente» el Sáhara. «Eso sería seguramente objeto de otra moción», ha afirmado.
Por su parte, el senador de Esquerra Republicana Jordi Martí, del Grupo Parlamentario Esquerra Republicana-Euskal Herria Bildu, se ha limitado a anunciar el voto en contra del grupo, mientras que la senadora del Partido Popular Pilar Rojo ha reconocido que España tiene un «problema» de inmigración irregular, una «realidad incuestionable».
Sin embargo, ha culpado a las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez «y los que lo sostienen» de ser los «culpables» de la situación. Además, ha considerado la cooperación entre países algo «fundamental», estudiando «con seriedad» las solicitudes de asilo y de refugio conforme a los compromisos internacionales de España y a la normativa europea o aplicando medidas de lucha contra las mafias «que campan a sus anchas». También ha destacado la necesidad de «proteger2 las fronteras con el despliegue de agentes.
Pero ha indicado que la moción «sólo plantea medidas unilaterales» y se ha posicionado en contra de «enfrentarse» a Marruecos, Argelia y Mauritania, sobre todo en este contexto «de interés general», como el suministro de energía. «Esta propuesta, lejos de solucionar los problemas migratorios de este país los agravaría, generando además conflictos diplomáticos graves, además de los que ya tenemos», ha remachado.
Por último, el senador por el PSOE César Mogo ha indicado que la moción es de «extrema derecha». «La estigmatización del extranjero busca el enemigo exterior, habla constantemente de agresión, desfigurando completamente lo que es la globalización y la realidad migratoria y luego, lo más grave, lo más de extrema derecha es que asocia inmigración y terrorismo», ha dicho.
En este sentido, ha recordado que en la región africana del Sahel se vive una crisis humanitaria y ha afeado que la moción de Vox carece de menciones al Derecho Humanitario. «Es una moción que quiere sembrar la discordia interior y exterior», ha remachado.
Mogo también ha pedido al PP «claridad» y ha hecho hincapié en que la moción había que «rechazarla». «No vale la abstención», ha continuado, asegurando que abstenerse es como «desentenderse».