El seguro debería convertirse en un sector que previene sucesos adversos, según un informe
El seguro debería pasar de ser una industria reactiva, que resuelve problemas, a convertirse en un sector guiado por la iniciativa propia, contribuyendo a prevenir sucesos adversos.
Así se desprende de las conclusiones del informe elaborado por la consultora Salvetti Llombart bajo mandato del Consejo Asesor de Innovación de Unespa.
Este cambio de paradigma podría enriquecer la experiencia de cliente, con prestaciones centradas en la prevención, la formación o la sensibilización.
En materia de distribución, el informe indica que el seguro debe conocer las necesidades reales de sus clientes y desarrollar una interacción dinámica con ellos. La labor de asesoramiento ganará importancia, el producto se sofisticará y el proceso de contratación será más personal.
En esta línea, se ha puesto de manifiesto que el Covid-19 ha intensificado los contactos entre las aseguradoras y sus clientes. A raíz de la pandemia, los consumidores demandan una mayor implicación de las entidades en la reconstrucción de la era post coronavirus, así como una mayor transparencia como vía para generar confianza.
La pandemia ha invitado a reflexionar sobre los nuevos riesgos que sobrevuelan las sociedades modernas. A las amenazas tradicionales, como las catástrofes materiales, se añaden ahora otros riesgos, como los desastres digitales.
Además, la experiencia ha demostrado que, a las vicisitudes personales o locales, se pueden sumar otras de naturaleza global, que trascienden fronteras o grupos de personas más o menos homogéneos.
Por eso, los consumidores buscan protecciones holísticas, es decir, soluciones aseguradoras que abarquen las distintas facetas de su vida.
El estudio también apunta a la capacidad que tiene el seguro de acompañar y asesorar a personas y empresas en materia jurídica y legal. «La regulación tiene una creciente influencia en la vida cotidiana y, por esta razón, el seguro puede servir de apoyo en cuestiones legales», señala el documento.
En el ámbito de los productos, los consumidores indican que en movilidad su prioridad ahora es desplazarse con seguridad. En cuestión de vivienda, más que proteger un hogar desean cubrir un espacio en función del uso que se le da.
Además, reconocen que el ahorro es un elemento más relevante tras la pandemia por las incertidumbres que existen en torno al futuro.
El informe se ha realizado con más de 1.500 horas de entrevistas a personas repartidas por todo el territorio español, con edades comprendidas entre los 25 y los 70 años.