El Rey recuerda a Rusia que «el respeto de las fronteras es la base de la paz en Europa»
Felipe VI defiende la unidad en el seno de la OTAN y que la UE también dé respuesta a las nuevas amenazas de seguridad
El Rey Felipe VI ha defendido este lunes la importancia de que la OTAN mantenga su unidad y su cohesión en el contexto actual y que la UE siga avanzando también en materia de seguridad y defensa, al tiempo que ha advertido a Rusia de la necesidad de preservar las fronteras para mantener la paz en Europa, en medio de las especulaciones sobre una eventual invasión de Ucrania.
Don Felipe ha aprovechado su discurso con motivo de la recepción al cuerpo diplomático en el Palacio Real para repasar las relaciones con distintos países y regiones y dejar claro al centenar de embajadores presentes que tienen en España «a un miembro constructivo de la sociedad internacional y a un socio dispuesto, que apuesta por el multilateralismo y comprometido con el respeto al Derecho internacional».
«España reconoce el papel destacado de Rusia como actor relevante para la estabilidad de la región euroasiática», ha manifestado el monarca, incidiendo en que al mismo tiempo, al igual que sus socios de la UE, tiene «el convencimiento firme de que la soberanía y la integridad territorial de los estados son requisitos esenciales e irrenunciables para construir unas relaciones fructíferas y pacíficas».
«El respeto de las fronteras es la base de la paz en Europa», ha recalcado Don Felipe, sin mencionar expresamente a los últimos acontecimientos en la frontera rusa con Ucrania, donde Moscú mantiene desplegados a miles de soldados y se teme que vaya a llevar a cabo una inminente invasión, a la que los Veintisiete ya han advertido que responderán con contundencia.
Asimismo, también ha dejado claro que tanto España como sus socios europeos seguirán «esforzándose para desarrollar las relaciones con los países que integran nuestra Vecindad Este», en referencia a las antiguas repúblicas soviéticas, «contribuyendo a forjar un espacio en el que imperen la paz, la seguridad y la prosperidad».
«El diálogo regional y la profundización de las relaciones bilaterales ayudarán a conseguir este propósito esencial para toda Europa», ha manifestado.
RELACIONES CON EEUU, OTAN Y UE
El Rey también ha puesto en valor la histórica relación con Estados Unidos que constituye «un elemento central y de gran importancia en nuestra política exterior por los vínculos políticos, económicos y culturales tan estrechos» que unen a ambos países y ha anunciado que la próxima semana asistirá al quinto centenario de la fundación de San Juan, la capital de Puerto Rico.
Por otra parte, ha hecho especial hincapié en la importancia de la OTAN, cuya cumbre acogerá Madrid el 29 y 30 de junio y en la que se aprobará el nuevo Concepto Estratégico. «Madrid debe generar una potente señal de unidad y cohesión que respalde el refuerzo de la disuasión y la defensa de la Alianza», ha manifestado.
En lo que se refiere a la UE, ha considerado que esta también está llamada a desempeñar un papel para dar respuesta frente «a las nuevas amenazas y desafíos para nuestra seguridad». «España ha sido y es firme partidaria del desarrollo de la Política Común de Seguridad y Defensa y participa activamente en todas las iniciativas encaminadas a que la Unión se convierta en un proveedor efectivo de seguridad, tanto para sus ciudadanos como para sus socios», ha recordado.
«El 2022 muestra de nuevo una agenda de grandes retos para la Unión Europea, pero nuestros países los encaran desde una posición de fortaleza gracias a la aproximación común adoptada, en los momentos más dramáticos, ante la pandemia y todas sus consecuencias sanitarias y socioeconómicas», ha valorado.
En este sentido, ha resaltado la aprobación de los fondos Next Generation UE y también la compra conjunta de vacunas, «que ha permitido proteger a todos los europeos a la vez, sin discriminaciones».
«El futuro de Europa depende de nuestra capacidad de seguir avanzando hacia una Unión más estrecha y eficaz, que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de sus ciudadanos y de hacer frente a los desafíos de todo orden que, hoy en día, ningún país por sí solo puede solucionar», ha recaldado el monarca.
En este punto, Don Felipe ha recordado que España asumirá la Presidencia de turno de la UE en el segundo semestre de 2023 y lo hará «con determinación, con experiencia y priorizando a los ciudadanos y a sus necesidades, inevitablemente ligadas a la recuperación económica tras la COVID-19, pero también a la consolidación del espacio de libertad, seguridad y justicia, y al refuerzo del pilar europeo de derechos sociales».
IBEROAMÉRICA, ÁFRICA Y ORIENTE PRÓXIMO
Felipe VI también ha querido poner en valor la relación con América Latina, apostando por «singularizar y potenciar aún más la dimensión iberoamericana de España» y prometiendo que España seguirá «apoyando en la construcción de sociedades más justas, seguras y democráticas, conforme a los principios y valores que compartimos» a estos países.
También ha aprovechado para reivindicar la importancia de las cumbres iberoamericanas, «un foro multilateral privilegiado de diálogo político, concertación y cooperación, basado en el consenso», expresando su confianza en que la próxima cita en República Dominicana «será una gran ocasión para seguir reforzando su efectividad».
Asimismo, ha defendido que «el español, la lengua y todo su universo cultural se ha convertido en un motor también económico de gran relevancia en la sociedad internacional contemporánea, tanto por su potencial como idioma de comunicación como por los valores que representa y transmite». En este sentido, ha recordado la «implicación permanente y decidida» de la Corona con la difusión del español en el mundo.
Por otra parte, con respecto a África, ha dicho que el año comienza con el «firme propósito de perseverar» en la profundización de las relaciones con este continente. «África ha experimentado en las últimas décadas un desarrollo sin precedentes y nuestra política exterior quiere responder a ese reto», ha resaltado, incidiendo en que «en el medio y en el largo plazo, no podemos obviar los efectos que el terrorismo, la piratería o las mafias que alimentan la inmigración ilegal tienen sobre nuestros países».
Don Felipe también ha indicado que «España quiere ser un socio central y activo en el proceso de reconciliación nacional» en Libia y desempeñar un papel en Oriente Próximo «en pro de la paz y la estabilidad de la región y de las iniciativas tendentes a incrementar el diálogo». «El conflicto israelo-palestino sigue reclamando una mayor implicación de la comunidad internacional para preservar la viabilidad de la solución de los dos estados», ha acotado.
El monarca se ha referido además Asia, subrayando que aquí «uno de los grandes retos es Afganistán». «Todos fuimos testigos de las imágenes dramáticas del pasado mes de agosto y nos mostraron con dureza el colapso institucional y el sufrimiento de los afganos», ha recordado, resaltando la operación de evacuación llevada a cabo por el Gobierno español.
ACTO CON MENOS INVITADOS
Al acto han asistido, además de un centenar de embajadores y encargados de negocio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares. Como ya ocurrió el año pasado por la pandemia, el número de asistentes se ha visto limitado.
En el Salón del Trono, donde ha pronunciado su discurso Don Felipe, solo estaban los Reyes, Sánchez, Albares y el resto de altos cargos de su Ministerio, así como unos 40 embajadores, elegidos en función del momento en que presentaron las cartas credenciales y por vecindad con España.
Por su parte, el nuncio de la Santa Sede, monseñor Bernardito Auza, en su calidad de decano del cuerpo diplomático, ha elogiado el «talante», la «cercanía» y la «conciencia del alto destino» que ejerce del Rey.