El Rey anima a reconocer el pluralismo político de los parlamentos y a trabajar por la construcción de consensos
Batet avisa de que «los peligros para la democracia» provienen de dentro de la misma y clama contra los «populismos irresponsables»
El Rey ha afirmado este viernes ante diputados y senadores de 179 países que el pluralismo político que reflejan los parlamentos es un elemento central de las democracias y a animado a buscar consensos entre las diferentes opciones políticas.
En su discurso de inauguración de la 143 Asamblea de Unión Interparlamentaria (UIP), que reúne en Madrid a un millar de delegados de casi 180 países, Felipe VI ha subrayado que «los parlamentos son las instituciones centrales de la democracia» y que «cada uno de ellos, en su conjunto y mediante la suma de los parlamentarios individuales, constituye la representación de sus ciudadanos, de su nación».
En ese sentido, ha reivindicado el pluralismo político como un elemento central de la democracia: «Reconocer la pluralidad de opciones legítimas y la necesidad de expresarlas y considerarlas es un valor fundamental y universal del parlamentarismo», ha subrayado.
LOS CONSENSOS PASAN POR UNA ETAPA DIFÍCIL
Pero también, ha recordado, los parlamentos son instrumentos de decisión y de construcción de acuerdos y consensos políticos, algo que «pasa en ocasiones por circunstancias difíciles», y por ello anima a profundizar en ese empeño frente a las amenazas que acechan a las democracias.
«Si antes afirmaba el necesario carácter plural de la representatividad parlamentaria, corresponde ahora recordar que la función de integración política y de construcción de acuerdos se basa en la acción y el compromiso de cada uno de los parlamentarios en el ejercicio de sus facultades y actividades individuales», ha remarcado.
El jefe del Estado ha recomendado a los parlamentarios a aprovechar la cumbre de Madrid para «integrar las distintas perspectivas que se aportarán a los debates»: «Esta es, pues, la utilidad fundamental de la Diplomacia parlamentaria: generar referentes y sensibilidades compartidos que impulsen no sólo el entendimiento y la cooperación entre nuestros países sino también la acción individual en cada uno de ellos».
DESLEGITIMACIÓN DE LAS INSTITUCIONES
Por su parte, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, también ha reivindicado «el debate, la negociación, el acuerdo y el pluralismo político» y ha alertado de que su «deslegitimación» por parte de «populismos irresponsables» presentes hoy en todo el mundo es «un germen de crisis política que no sólo dificulta la recuperación sino que pone en peligro la estabilidad y las propias bases de la democracia».
Para Batet, la crisis del covid ha venido «a agravar una realidad de alejamiento y deslegitimación de las instituciones democráticas», con el añadido de que en la actualidad «los peligros para la democracia» provienen de «factores internos a nuestras propias sociedades e instituciones, aunque puedan en ocasiones recibir también apoyo externo».
En este contexto, ha denostado el «atrincheramiento progresivo» que avanza hacia «dinámicas de enfrentamiento» dentro de las sociedades democráticas porque llevan, a su juicio, «a una profunda insatisfacción ante la política y las instituciones».
ESFUERZO Y COMPROMISO DEL REY
Pero, más allá de los Parlamentos plurales, Batet ha querido subrayar la existencia de otras «instituciones» dedicadas «ante todo a expresar la unidad y los consensos fundamentales ya establecidos que fundamentan nuestros sistemas democráticos y la propia idea de comunidad política».
En este contexto, ha mostrado su «profunda satisfacción» por la participación en la inauguración de esta del Rey. «La monarquía parlamentaria es una forma de Estado en la que esa expresión de unidad en torno a los valores constitucionales obtiene un reconocimiento especial en la figura del Jefe de Estado», ha dicho.
Así, ha resaltado que su función como «encarnación de la unidad nacional y del respeto y garantía de los principios y objetivos que la definen en la Constitución exige un compromiso personal y un esfuerzo diario» al que Felipe VI «hace honor desde hace siete años, en un período no fácil marcado por las sucesivas crisis y sus consecuencias».
«Su presencia hoy aquí no responde sólo al ejercicio de sus funciones como Jefe del Estado, sino también a su vocación y a su tarea diaria en favor de la inclusión, la integración política y la expresión de nuestros consensos constitucionales», ha destacado Batet.