El repunte de la violencia en el norte de Mozambique deja ya más de 70.000 desplazados en dos meses
El aumento de la actividad de grupos armados en la región mozambiqueña de Cabo Delgado, en el norte del país africano, ha provocado ya que más de 71.000 personas hayan tenido que abandonar sus hogares en los últimos dos meses, ha alertado la ONU.
Del total de desplazados, unos 35.000 son menores de edad y otros 14.000 mujeres, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas, que ha confirmado movimientos en al menos doce de los 17 distritos de Cabo Delgado.
La provincia alberga a un total de 540.000 desplazados, fruto de un conflicto que escaló en 2017, pese a que en líneas generales la situación de la zona había mejorado en 2023. Hasta enero de 2024, unas 600.000 personas habían retornado a sus hogares, según la ONU.
Sin embargo, en las últimas semanas la situación ha empeorado y se han venido registrando algunos ataques, como uno reciente reivindicado por Estado Islámico en África Occidental (ISCA) y que dejó al menos 20 muertos –fue el ataque más mortífero desde hace varios meses–.
Las organizaciones humanitarias temen que el rebrote de la violencia alimente la expansión de enfermedades como el cólera, al tiempo que advierten de la especial vulnerabilidad de los desplazados frente a todo tipo de violaciones de los Derechos Humanos.
La ONG World Vision teme que aumenten los secuestros de niños y da voz a niñas como Constancia, de 13 años, que cuenta que pasó dos días separada de su familia cuando un grupo armado atacó su comunidad mientras volvía de la escuela.
«Tenía mucho miedo y no sabía qué hacer. Sólo seguía a grupos de personas que también huían de los ataques»», relata. Finalmente, encontró a su familia acampada en una escuela de Nampula, una de las zonas a las que están llegando todos estos desplazados.