El Reina Sofía de Córdoba mejora la detección de lesiones tumorales al incorporar la mamografía con contraste
CÓRDOBA, 16
El Hospital Universitario Reina de Córdoba ha incorporado la mamografía con contraste a la cartera de servicios de la Unidad de Cáncer de Mama. Se trata de una prueba funcional que permite mejorar la detección de lesiones tumorales, ya que ofrece resultados más sensibles y precisos que la mamografía convencional.
Así lo ha indicado la Junta de Andalucía en una nota en la que ha puesto de manifiesto que, desde que comenzara a funcionar a finales del año pasado, la Unidad de Mama ha realizado este estudio a más de 50 mujeres con sospecha de presentar una lesión tumoral.
La mamografía con contraste consiste en la inyección de una dosis de contraste yodado –en función del peso de la paciente–, previa a la realización de la mamografía, permitiendo realzar en la imagen que ofrece las posibles lesiones tumorales. Este tipo de estudio solo puede hacerse en equipos que incorporan un software específico que permite la obtención de dos imágenes de distinta energía en un mismo disparo.
Así, cuando una mujer se realiza una mamografía con contraste, el resultado de la prueba ofrece la imagen convencional –a baja energía– y una imagen recombinada que solo muestra las lesiones que captan contraste.
Se trata de una prueba «muy ágil y dinámica», ya que la paciente llega a la Unidad de Mama, recibe la inyección de la dosis del contraste, espera dos minutos, se realiza la mamografía y obtiene inmediatamente el diagnóstico, todo ello en apenas diez minutos.
Según ha explicado la directora de esta unidad, Marina Álvarez, «además de todas las ventajas relacionadas con la precisión y sensibilidad, esta prueba nos permite potenciar la atención de nuestras pacientes en acto único». Así, las pacientes que son derivadas para este estudio, acuden la prueba y, en caso de ser necesario, pueden incluso en ese mismo momento realizarse la biopsia de la zona o zonas afectadas, lo que agiliza el proceso diagnóstico.
El hospital reformó el pasado año este servicio para ofrecer una atención más cómoda, íntima y adaptada a las necesidades de las pacientes. En el diseño de esta intervención se tuvo en cuenta la ampliación de la cartera de servicios de esta unidad, de forma que existe una antesala al mamógrafo donde la paciente llega, puede desvestirse cómodamente, sentarse en un sillón reclinable y recibir aquí la inyección de la dosis del contraste.
«Tuvimos en cuenta que, aunque no suele suceder, la paciente pudiera sufrir algún tipo de mareo o complicación, por lo que diseñamos un espacio en el que atender este tipo de eventualidades y también, que estuviera diferenciado de la propia sala del mamógrafo para ofrecerle intimidad a nuestras pacientes», ha recalcado Álvarez.
Por el momento, la Unidad de Mama está realizando esta prueba a pacientes con alta sospecha de presentar lesiones tumorales, bien derivadas del programa de detección precoz o tras una exploración por nódulo sospechoso en el pecho, lo que significa que un cinco por ciento de las mujeres que se realizan una mamografía serían susceptibles de realizarse esta prueba.
SIMILAR A LA RESONANCIA
Se trata de una prueba muy similar a la resonancia, que elimina algunos de los inconvenientes de ésta –ruido, duración o incomodidad– y, por ello, también está indicada para pacientes que no puedan realizarse una resonancia de mama, bien porque porten un dispositivo –como un marcapasos– o bien, porque no toleren esta prueba –como sucede con pacientes que sufren claustrofobia–.
Al ser un estudio funcional –no solo capta la morfología, también la vascularización–, la mamografía con contraste está indicada para la detección, pero también se utiliza para valorar mejor la extensión del tumor, determinar si hay una o varias lesiones, e incluso como prueba para apreciar la evolución de pacientes con cáncer de mama y tratamiento neoadyugante –comprobando el efecto del tratamiento sobre el tumor de la paciente durante y después del mismo–. También es de gran ayuda en casos de pacientes que hayan sido intervenidas previamente y cuyo tejido –cicatriz– pueda generar sospecha de lesión tumoral.
Según la responsable de la unidad, la intención es «seguir ampliando el número de pacientes que pueden beneficiarse de esta prueba y, aunque por el momento es complementaria a la resonancia para estadificación de tumores, podría en un futuro llegar a sustituirla».