El rebrote de las langostas puede dejar a 3,5 millones de personas más con graves carencias alimentarias
El aumento de las langostas del desierto en varios países de la zona oriental de África y en Yemen amenaza con provocar un aumento de 3,5 millones en el número de personas que viven con una inseguridad alimentaria grave, por lo que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha llamado a redoblar esfuerzos de cara al inicio de 2021.
Las condiciones meteorológicas favorables y la llegada de la estación de lluvias han disparado la cría de langostas en la zona este de Etiopía y Somalia, donde la situación se ha agravado por el reciente paso del ciclón Gati . Los expertos ya ha detectado la formación de nuevas larvas que amenazan con volver a invadir el norte de Kenia y un aumento de los insectos a ambos lados del mar Rojo.
En los cinco países más afectados –Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Yemen– ya hay 35 millones de personas con graves necesidades alimentarias y Naciones Unidas teme que la cifra aumente aún más, hasta superar los 38 millones, si no se atajan los actuales repuntes.
Los «intensos esfuerzos» emprendidos en diez países afectados por un brote de langostas ha permitido proteger 1,3 millones de hectáreas de cultivos, pero la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) teme que la amenaza alimentaria se dispare en los próximos meses de nuevo en el Cuerno de África y Yemen.
La FAO ha recordado que, en escenarios de este tipo, las operaciones de control son clave. Desde enero, el despliegue activado en una decena de países ha permitido proteger 1,3 millones de hectáreas de cultivos, lo que ha evitado la destrucción de 2,7 millones de toneladas de cereales, valorados en 800 millones de dólares y suficientes para alimentar a 18 millones de personas durante todo un año.
No en vano, la langosta del desierto está considerada la especie migratoria más voraz del mundo: un ejemplar adulto puede consumir casi su propio peso en comida en un día, lo que equivale a unos dos gramos. Un enjambre de 1 kilómetro cuadrado tiene unos 40 millones de insectos capaces de comerse en un día lo mismo que unas 35.000 personas.
El director general de la FAO, Qu Dongyu, ha celebrado en un comunicado lo «mucho» que se ha logrado en estos últimos meses, pero ha subrayado que «la batalla contra esta plaga implacable no ha terminado». «Las langostas crecen día tras día y los riesgos agravarán la inseguridad alimentaria para las familias vulnerables de toda la región afectada», ha avisado.
Los países donantes y los socios internacionales han proporcionado hasta ahora 200 millones de dólares, pero ahora la FAO solicita 40 millones más para reforzar las tareas de vigilancia y control en Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Yemen. Sin fondos adicionales, ha apuntado, los trabajos podrían quedar reducidos e incluso interrumpidos a finales de enero.