El PSOE lo fía todo a que sume la izquierda tras varios giros de estrategia y pasar de la moderación al antifascismo

Sánchez empezó la precampaña confrontado con Ayuso, pero perdió protagonismo mientras Gabilondo caía en las encuestas y subía Mas Madrid

El PSOE llega a las elecciones autonómicas de Madrid de este martes con el objetivo de sacar al PP de la Puerta de Sol tras 26 años, y lo ha fiado todo a que los partidos de la izquierda logren sumar mayoría absoluta. Además, los socialistas se enfrentan de nuevo al reto de conservar el liderazgo progresista y de alejar la amenaza del sorpasso , en esta ocasión, por el ascenso de Más Madrid.

Para ello, el PSOE y su candidato, Ángel Gabilondo, no han dudado en variar su estrategia durante la campaña las veces que han considerado necesario. Primero dejaron sus guiños al centro para girar a la izquierda y acercarse a Podemos y, ya en la recta final, convirtieron los comicios en un plebiscito entre «democracia o fascismo», para movilizar el voto progresista frente a la «amenaza» de la ultraderecha.

Asimismo, se han volcado durante toda la campaña en asegurar su electorado tradicional del cinturón rojo madrileño, sin abandonar eso sí la promesa de Gabilondo de no subir los impuestos en los dos próximos años, muy cuestionada por los partidos a su izquierda, pero imprescindible a su juicio para afrontar la recuperación de la economía.

«HAY PARTIDO»

Los socialistas llegan a las urnas con las encuestas en su contra. Algunas apuntan que podrían bajar incluso de los 30 de escaños, frente a los 37 que tienen ahora en la Asamblea. Sería su peor resultado histórico. En este contexto, fuentes socialistas defienden que lo importante en estos comicios ya no es tanto ganar en votos y escaños sino que sume la izquierda para lograr formar gobierno. «Hay partido», repiten una y otra vez.

El adelanto electoral pilló al PSOE de Madrid sin un candidato claro, ya que se daba prácticamente por hecho la marcha de Gabilondo para ser el próximo Defensor del Pueblo. Sin embargo, Ferraz decidió apostar por él, y convertir su perfil «serio» y «tranquilo» en su baza para erigirse en la alternativa «sensata» frente al Gobierno «irresponsable» de Díaz Ayuso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arrancó en marzo la precampaña volcado con su candidato, apoyándole cada fin de semana, e implicándose en primera persona en la disputa con Díaz Ayuso. En abril multiplicó su exposición pública, con varias ruedas de prensa y comparecencias públicas, y en un encuentro informal con periodistas llegó incluso a cuestionar los datos de contagios que estaba ofreciendo la presidenta madrileña.

No obstante, una vez que arrancó oficialmente la campaña el 18 de abril, Sánchez cambió también su papel. En el mitin de arranque decidió ignorar a Díaz Ayuso, y después ha limitado su participación a otros dos actos los fines de semana –el mitin de ecuador de campaña, y el de cierre–, dejando a Gabilondo el protagonismo, aunque con una importante presencia de los ministros socialistas casi cada día de la campaña.

En Moncloa niegan que esta estrategia responda a un intento de Sánchez de distanciarse, ante la bajada del PSOE en las encuestas. Por el contrario, argumentan que las elecciones de este domingo no dejan de ser unas autonómicas, y que el Ejecutivo está centrado en la lucha contra la pandemia, la vacunación y la recuperación económica.

Fuentes gubernamentales consultadas por Europa Press sostienen además que los resultados no se deben interpretar en clave nacional sino en su contexto «particular», con un PP que no tiene en otras regiones ni el mismo peso ni la misma estrategia que el de la candidata popular y presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

DESCARTAN EL SORPASSO DE MÁS MADRID

Tanto en Ferraz como en Moncloa descartan asimismo un sorpasso de Más Madrid y defienden que Gabilondo, tras dos intentos fallidos, tiene posibilidades de ser el próximo presidente de la Comunidad, a pesar de que, según algunas encuestas, la presidenta madrileña roza la mayoría absoluta.

Los socialistas aseguran públicamente que su objetivo está al alcance de un «puñado» de votos de los indecisos. Por ello, tras constatar en las encuestas que sus esfuerzos de apelar al centro y pescar votantes del maltrecho Ciudadanos no estaban surtiendo del todo efecto, los estrategas del PSOE –en Ferraz y en Moncloa– decidieron dar un giro a la izquierda en mitad de campaña.

Gabilondo no ha dejado de defender su intención de conformar un Gobierno «serio», «responsable» y «centrado» –«que no centrista», ha aclarado el candidato una y otra vez–. Sin embargo, aceptó asumir en primera persona el cambio y dejar de renegar del líder de Podemos, Pablo Iglesias.

DEL «CON ESTE IGLESIAS, NO» AL «PABLO, TENEMOS 12 DÍAS PARA GANAR»

Fue entonces cuando el candidato socialista pasó del «con este Iglesias, no» –cuando le preguntaban si contaría con el exvicepresidente de Sánchez en su hipotético gobierno–, a tenderle la mano en el único debate a seis que ha habido en la campaña. «Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones», le emplazó.

Si el 22 de marzo aseguraba en un vídeo que el desempate entre los bloques de la izquierda y la derecha estaba en manos de los votantes de Ciudadanos, un mes después se lazó a por la movilización del voto progresista, sin tapujos. Las encuestas empezaban ya a reflejar fugas de voto socialista a la nueva opción que representa la candidata de Más Madrid, Mónica García.

Fuentes socialistas explicaron entonces a Europa Press que esta campaña en dos fases estaba ya pensada de antemano y que, tras haber logrado sumar a unos 45.000 votantes de Ciudadanos, era el momento de echar el resto para movilizar a unos 200.000 votantes de izquierda todavía con dudas: ya no había más lubinas que pescar y había llegado el momento de ir a por las doradas, justificaba entonces un dirigente socialista.

El PSOE argumenta además que, ante las citas electorales, la izquierda siempre es «diésel», en el sentido de que la movilización de su electorado suele ir aumentado progresivamente a medida que avanzan las campañas. En Ferraz también confían en que la derecha haya tocado ya techo y que todos sus votantes ya estén movilizados.

CAMBIO DE ESLOGAN: «NO SÓLO ES MADRID, ES LA DEMOCRACIA»

Tras ese primer giro a la izquierda, llegaron las amenazas de muerte contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el propio Iglesias. El PSOE decidió entonces dar un paso más y cambiar incluso de lema para movilizar a la izquierda frente a Vox. Del Gobernar en serio pasaron al No es sólo Madrid, es la democracia , con cambio de cartelería, incluida.

Como consecuencia, el candidato soso, serio y formal de los socialistas –tal y como le presentó Sánchez el 20 de marzo en su primer acto juntos de la precampaña tras convocarse las elecciones–, se vio obligado a jugar desde entonces en un terreno más árido, plagado de la crispación que desde el principio se comprometió a evitar.

La gota que colmó el vaso, y que produjo un «punto de inflexión», fue el hecho de que la formación de Santiago Abascal se negara a condenar sin matices esas amenaza, e incluso las cuestionara durante el bronco debate en la Cadena SER del viernes 23.

Ante esa actitud, Iglesias decidió levantarse de la mesa y no volver a debatir con Vox. Le siguieron, 45 minutos después, Gabilondo y García, definiendo el resto de la campaña: los partidos del bloque de la izquierda, unidos frente al fascismo.

Así lo visibilizaron también en la manifestación por el Día del Trabajo del 1 de mayo, en la que los tres marcharon juntos. Este martes comprobarán si su estrategia ha surtido efecto, y la izquierda suma para sacar a Díaz Ayuso de la Puerta del Sol, tras 26 años de gobiernos del PP.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Iglesias, de vicepresidente de España a intentar «asaltar los cielos» de Madrid por la permanencia de su partido
Cataluña descarta prolongar el toque de queda el 9 de mayo si los datos son buenos

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios