El PSOE espera que las últimas polémicas con Vox movilicen el voto progresista en Madrid
Defienden que no se puede debatir «con quien justifica las amenazas de muerte» tras abandonar Gabilondo el debate en la Ser
El PSOE espera que las últimas polémicas en las que se ha visto en envuelto Vox, primero por su cartel contra los menores extranjeros no acompañados, y ahora, por poner en duda las amenazas de muerte contra el ministro del Interior, Fernando-Grande Marlaska, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, contribuyan a movilizar el voto progresista en las elecciones autonómicas de Madrid del próximo 4 de mayo, explican fuentes socialistas.
En este sentido, los socialistas han salido en tromba este viernes a defender que la democracia está «en riesgo» y que las elecciones del próximo 4 de mayo deben servir para frenar «al fascismo» que representa, a su juicio, la formación de Santiago Abascal, y que el PP «blanquea» y «legitima» con sus alianzas en las instituciones.
«PUNTO DE INFLEXIÓN»
Es más, el PSOE cree que se ha producido incluso un «punto de inflexión» en la campaña, a raíz del bronco debate de este viernes en la Cadena Ser, del que Iglesias se ha levantado nada más empezar por la negativa de la candidata de Vox, Rocío Monasterio, de dar credibilidad a las amenazas que ha recibido.
El candidato socialista, Ángel Gabilondo, ha decidido en ese momento seguir debatiendo, a la espera de que Iglesias volviera a la mesa, según fuentes socialistas. Sin embargo, tras el descanso, ha anunciado que también dejaba el debate, al no poder permitir que la actitud de Vox quedara sin respuesta; un gesto que también ha replicado la candidata de Más Madrid, Mónica García.
«¡Haz de tu voto el freno al fascismo!», ha proclamado el PSOE tras este incidente en su cuenta oficial de Twitter, desde la que han desplegado una campaña bajo el lema «los demócratas somos más». «Hay que votar en legítima defensa», ha defendido a su vez la vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, en un mitin en Getafe.
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha asegurado que los demócratas creen en la palabra y no pueden «normalizar a esta ultraderecha con la que el PP quiere gobernar Madrid». «No se debate con quien justifica las amenazas de muerte y solo esparce odio. Es la democracia la que está en juego el 4 de mayo», ha enfatizado.
GIRO A LA IZQUIERDA
El PSOE ha decidido dar esta semana un giro en su estrategia de campaña, y pasar de los guiños al centro y a los votantes de Ciudadanos a volcarse en apelar al voto de izquierdas, tal y como visibilizó en el debate a seis del miércoles su candidato Gabilondo, con su acercamiento al líder de Podemos, Pablo Iglesias.
En este contexto, consideran que los episodios que se están produciendo pueden servir de revulsivo para movilizar a la izquierda aún más, ya que ponen de manifiesto, a su juicio, que es necesario que todos los progresistas acudan a votar para evitar que el «fascismo» gobierne en Madrid, si la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, mantiene la presidencia y pacta con Vox.
A pesar de los buenos pronósticos que las encuestas dan a Ayuso, el PSOE está convencido de que «hay partido» y de que, aunque esté «reñido», es posible lograr la fuerza suficiente para que el bloque de izquierdas que forman PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos logre una mayoría suficiente para formar gobierno y que su candidato, Ángel Gabilondo, sea el próximo presidente de la Comunidad.
Eso sí, el PSOE ha asumido que su apuesta inicial por recabar votos del centro, procedentes de Ciudadanos, ya no da más de sí, y que por ello ahora deben centrarse en convencer al electorado socialista y de izquierdas que pueda estar desmovilizado, según admiten a Europa Press fuentes socialistas.