El programa de ayudas del sector vitivinícola contará con 202,1 millones de anuales entre 2023 y 2027
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, a propuesta delMinisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación, un Real decreto que establece las bases regulatorias para la nueva Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) en el marco de aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC) que cuenta con un presupuesto de 202,1 millones deeuros anuales entre 2023 y 2027.
Con la aprobación de este texto legislativo, el Gobierno establece la normativa básica nacional para las ayudas al sector vitivinícola, en la que se adaptan los tipos de intervención a las exigencias medioambientales y de adaptación al cambio climático que marca la nueva PAC.
La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha destacado la «gran relevancia económica» que tiene el sector del vino en España, así como su importancia a la hora de fijar población en el territorio. «El sector del vino español genera medio millón de empleos, es el tercer productor mundial y el segundo país exportador», ha recordado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Rodríguez ha señalado que el objeto de esta intervención sectorial será atender las necesidades detectadas en el sector del vino en España, aumentar su competitividad, y adaptarlo a los nuevos objetivos de la PAC en cuanto a lucha contra el cambio climático, mejora del medio ambiente y sostenibilidad.
De esta forma, los tipos de intervención elegidos por España para cumplir con los objetivos específicos para el sector del vino son la reestructuración y reconversión de viñedos, las inversiones materiales e inmateriales en instalaciones de transformación y en infraestructuras vitivinícolas, así como en estructuras e instrumentos de comercialización.
También están recogidos la cosecha en verde, la destilación de subproductos de la vinificación y las actividades de promoción y comunicación en terceros países.
Desde el Ministerio que lidera Luis Planas han recordado que este sector requiere impulsar su comercialización e incrementar su valor añadido, por lo que se focaliza el esfuerzo en las intervenciones depromoción en terceros países y en el apoyo a las inversiones en las infraestructuras (bodegas).
Además, las intervenciones de inversiones, destilación de subproductos y reestructuración y reconversión de viñedos persiguen modelos más sostenibles de producción acordes con los objetivos generales de la PAC.
Mientras que la intervención sectorial prevé la posibilidad de recurrir, cuando sea preciso, a la cosecha en verde como herramienta de actuación en casos excepcionales ante posibles situaciones de desequilibrio entre la oferta y la demanda.
De esta forma, España responde con esta Intervención Sectorial Vitivinícola a las nuevas exigencias de la PAC, que establecen un porcentaje de gasto obligatorio para acciones medioambientales de, al menos, el 5% de su presupuesto.
Los primeros dos años de aplicación de la ISV se harán en paralelo con las operaciones y programas que están en ejecución y que fueron aprobados en el marco del Programa Nacional de Apoyo al Sector Vitivinícola (Pasve) 2019-23 antes del 31 de diciembre de 2022 y que podrán ejecutarse y pagarse como máximo hasta el 15 octubre de 2025.