El presidente turcochipriota rechaza un sistema federal para la isla y asegura que «ya no es realista»
El presidente turcochipriota, Ersin Tatar, ha rechazado este lunes un sistema federal para la isla y ha asegurado que dicha idea «ya no es realista», antes de inclinarse por una solución de dos estados.
«Hay dos estados separados en Chipre. La federación no es realista. Si no hay acuerdo, la República Turca del Norte de Chipre seguirá su camino», ha manifestado, según informaciones del diario turco Hurriyet .
Tatar ha mantenido durante la mañana un encuentro virtual con periodistas de cara a la conferencia de la ONU sobre Chipre prevista para el próximo mes de marzo. En este sentido, ha recalcado que se trata de un oportunidad importante para poner sobre la mesa dicha solución.
Asimismo, ha señalado que presentará su propuesta al ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, que ha visitado recientemente la isla. Según Tatar, Raab ha manifestado por su parte que si no existe un acuerdo, Reino Unido entenderá que «los griegos pierden». Dado que Turquía y los turcochipriotas «no están en la misma página», la propuesta de una federación, en palabras de Tatar, es una «trampa».
En este sentido, ha acusado al Gobierno de Grecia de buscar la hegemonía sobre la isla a medida que Turquía abandona Chipre hacia la solución de la federación. «Nadie puede permitirse hacer que Turquía abandone», ha dicho antes de expresar sus «sospechas» sobre los posibles objetivos de la parte griega si el Ejército turco abandona la isla.
Chipre está dividida en dos desde que en 1974 el Ejército turco ocupó la parte norte –el 36,2 por ciento de su territorio– tras un golpe de Estado instigado por la junta militar en el poder en Grecia y ante el temor de que la isla se uniera a este último país.
El conflicto continúa siendo un foco de tensión entre Turquía y Grecia y, además, dificulta las ambiciones de Ankara de unirse a la Unión Europea.
Entre las cuestiones polémicas figuran la petición turcochipriota de establecer una presidencia rotatoria y la demanda grecochipriota de que Turquía retire a los 30.000 militares desplegados en el norte de la isla y renuncie a sus derechos de intervención.
A esto se suma la decisión de Tatar de abrir parcialmente el pueblo fantasma de Varosha en Famagusta, después de 46 años. La reapertura, que fue anunciada en octubre de 2020, es un punto más de tensión en la región, ya que esta localidad es un símbolo de la división de la isla después de que fuera invadida por Turquía en 1974 en respuesta a un golpe griego en el sur y su retorno a sus antiguos habitantes grecochipriotas es visto como un aspecto clave para una posible reunificación.