El presidente de Somalia supera la primera votación de las elecciones
El presidente de la región autónoma de Puntlandia ha sido el candidato más votado en la primera ronda
MADRID, 15
El actual presidente de Somalia, Mohamed Abdulahi Mohamed, Farmajo , se disputará la Presidencia del país en posteriores votaciones con otros tres candidatos, incluido el más votado en la primera vuelta celebrada este domingo: el presidente de la región semiautónoma de Puntlandia, Said Abdulahi Deni. La elección se realiza de forma indirecta con representantes de clanes, diputados y senadores.
Deni ha logrado 65 votos, mientras que Farmajo ha recibido 59 apoyos, por delante del expresidente Hasán Sheij Mohamud (2012-2017), que ha logrado 52 votos, y del ex primer ministro Hasán Alí Jaire (47), informa la emisora Radio Shabelle.
La votación se ha celebrado en un hangar del aeropuerto de Mogadiscio entre estrictas medidas de seguridad por el riesgo de atentados de la insurgencia islamista y se repetirá entre los cuatro candidatos hasta que se logre una mayoría.
Fuera de las posteriores votaciones han quedado el expresidente Sheij Sharif Ahmed (2009-2012), la úncia candidata, la ex vice primera ministra Fawzia Yusuf Adam, y otros 34 candidatos.
Durante la jornada las calles de la capital han estado prácticamente vacías debido al toque de queda declarado para facilitar la votación de los diputados, elegidos por representantes de clanes somalíes.
Farmajo podría así ser el primer presidente del país que repite en el cargo en una votación prevista inicialmente para febrero de 2021, pero aplazada en repetidas ocasiones por falta de financiación, inseguridad y disputas entre el actual mandatario y el primer ministro primer ministro somalí, Mohamed Husein Roble.
Los parlamentarios son elegidos a través de delegados nombrados por líderes de clanes tradicionales y miembros de la sociedad civil seleccionados a su vez por las autoridades regionales. Posteriormente, son estas personas y los miembros del Senado, que representan a las cinco regiones del país, los encargados de nombrar al nuevo presidente.
Este modelo refleja el poder que aún conservan los clanes en el país africano –cuatro de los cuales conservan la mayoría, con escaños repartidos de forma equitativa– y la ausencia de un Estado con capacidad para controlar la situación en el terreno, en medio de la inseguridad y una corrupción generalizada.
LOS PRINCIPALES CANDIDATOS
Así, entre los principales favoritos por el cargo figuran los expresidentes Sheij Sharif Ahmed (2009-2012) y Hasán Sheij Mohamud (2012-2017), quienes se han mostrado especialmente críticos con el actual mandatario durante los últimos meses, unas tensiones que han llegado incluso a amenazar con el estallido de enfrentamientos armados en la capital.
Sharif Ahmed, miembro del clan hawiye, ha centrado su programa político en la finalización del proceso de revisión de la Constitución y en acabar con el conflicto con Al Shabaab –que mantiene lazos con la organización terrorista Al Qaeda–, mientras que Sheij Mohamud, también del clan hawiye, apuesta por solucionar las tensiones entre el Gobierno central y las regiones.
Además, entre los candidatos con más posibilidades figuran el ex primer ministro Hasán Alí Jaire, quien ocupó el cargo entre 2017 y 2020 –cuando tuvo que dimitir tras una controvertida moción de confianza–, y el presidente de la región semiautónoma de Puntlandia, Said Abdulahi Deni.
Alí Jaire, igualmente miembro del clan hawiye, ha defendido que su objetivo será mantener la agenda política que impulsó como primer ministro, modificando los errores que llevaron a la moción de censura contra él, mientras que Deni, miembro del clan darod –al que pertenece Farmajo — se ha centrado en fortalecer la economía y las instituciones.
Por otra parte, entre los 39 candidatos sólo hay una mujer, la exministra de Exteriores Fauzia Yusuf Adam, si bien no está entre las favoritas. El papel de la mujer en la política somalí sigue siendo residual, si bien durante los últimos años se han registrado avances en cuanto a su representación en el Parlamento.
En este sentido, Yusuf Adam ha defendido durante su campaña electoral la necesidad de integrar a las mujeres en el proceso político y darles más peso en la sociedad para poder lograr que el país africano avance y ha sustentado su capacidad para impulsar una reforma dada su experiencia como ministra y vice primera ministra.
Las presidenciales han derivado además en un repunte de las tensiones en las últimas semanas, lo que se ha visto reflejado en un aumento de los precios de los fusiles de asalto Kalashnikov en los mercados de armas, según ha informado esta semana la agencia The New Humanitarian.
Ya en abril de 2021, los intentos de Farmajo de extender su mandato a través de una votación en el Parlamento derivaron en enfrentamientos en Mogadiscio, un precedente que hace temer que la votación pueda derivar en nuevos episodios de violencia en Mogadiscio, principal bastión del clan hawiye.
CRISIS HUMANITARIA E INSEGURIDAD
La elección tendrá lugar además en medio de una situación de inseguridad marcada desde hace años por la presencia de Al Shabaab, que controla partes del sur del país y que ha perpetrado varios ataques durante los días previos a la votación, tanto en la capital como en otras zonas de Somalia.
Entre los últimos ataques del grupo figuran uno perpetrado en abril contra una instalación situada cerca del aeropuerto de Mogadiscio durante la ceremonia para la toma de posesión de los nuevos parlamentarios, incidente que se saldó sin víctimas. La capital ha sido escenario de varios atentados durante los últimos días, incluido un intento de asesinato contra el jefe de la Policía local, Farhan Qarole, quien ya sobrevivió en julio de 2021 a un atentado con coche bomba.
Al Shabaab ejecutó además un ataque a principios de mayo contra una base de la misión de la Unión Africana (UA) en la localidad somalí de El Baraf, situada en el centro del país, que se saldó con la muerte de al menos diez soldados burundeses integrados en la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), según el balance facilitado por Gitega.
Esta base ha sido además atacada con proyectiles durante los últimos días, en una muestra de la creciente inseguridad pese a los esfuerzos internacionales. La ATMIS recibió en abril el apoyo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y surge de la reestructuración de la Misión de la UA en Somalia (AMISOM), que apoya al Gobierno en la lucha contra Al Shabaab.
A ello se suma la profundización de la crisis humanitaria en el país, sacudido además por la peor sequía en cerca de cuatro décadas, lo que llevó a Roble a pedir ayuda internacional en marzo. Así, el primer ministro, que declaró el estado de emergencia a finales de 2021, alertó que cerca de siete millones de personas se han visto afectadas.
La ONU ha desvelado un Plan de Respuesta Humanitaria para Somalia que busca recaudar 1.500 millones de dólares (cerca de 1.320 millones de euros) para dar ayuda a 5,5 millones de personas, en medio de una crisis de desplazamiento por la pérdida de campos de cultivo que ha derivado igualmente en tensiones intercomunitarias.