El PP presenta 126 enmiendas para «blindar» la actual construcción de vivienda en suelo rústico
Buruaga dice que suponen «una nueva oportunidad» para que el Gobierno «dé marcha atrás» en una regulación que implica «retroceso»
El Grupo Parlamentario Popular ha registrado un total de 126 enmiendas al proyecto de Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Cantabria (ley del suelo), en las que recoge la «alternativa» de este partido para que la nueva norma sea un instrumento «útil» a la comunidad autónoma y, también, para «blindar» el actual régimen de construcción de viviendas unifamiliares en suelo rústico, recogido en la norma aprobada en 2012 y vigente a día de hoy.
Las enmiendas han sido presentadas este viernes por la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, en una rueda de prensa en la que ha ratificado la «mano tendida» de su partido al Gobierno PRC-PSOE, siempre y cuando las cosas «sigan igual» que ahora en dichas edificaciones y no se toque «nada» de la regulación aprobada hace una década -con el apoyo de regionalistas- al ser un modelo que «ha funcionado».
Es algo «irrenunciable» y de una «línea roja», según la dirigente popular y líder de la oposición al bipartito, que ha advertido así de que su formación no respaldará la reforma si el Ejecutivo no da «marcha atrás» a su pretensión -ha dicho- de «liquidar» la actual ley con el proyecto elaborado y con el que -ha avisado- la edificación de dichas viviendas «va a ser misión casi imposible».
Y para que esta situación «se quede como está», el PP ha presentado un primer bloque de 14 enmiendas, orientadas a «eliminar trabas y restricciones» y a «blindar» el actual régimen de construcción de viviendas unifamiliares en suelo rústico.
A esta «premisa», que constituye el «punto de partida para hablar de todo lo demás», se suman otros dos grupos de propuestas, relacionado uno de ellos con la edificación en municipios sin plan de ordenación urbana y, el otro, con la simplificación de la norma.
En su comparecencia Buruaga ha opinado que la coalición de gobierno en la región está «jugando a sembrar confusión y lanzando mensajes falsos y contradictorios» sobre la nueva ley y ha avisado de que si se aprueba tal y como quieren los líderes regionalista y socialista, Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga, construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico «va a ser una misión casi imposible en Cantabria. Que nadie se lleva a engaño», ha pedido.
A juicio de la dirigente del PP la postura de esta formación es «clarísima y perfectamente coherente con lo que ha defendido siempre: mantener tal y como está la regulación actual de la construcción de la vivienda unifamiliar aislada en suelo rústico, sin un solo paso atrás».
Otra cosa, ha precisado, es que cuando el principal partido de la oposición ha alertado de las «verdaderas intenciones y del desgaste social que les puede acarrear», socialistas y regionalistas se hayan «puesto de acuerdo para demorar la prohibición de construir vivienda unifamiliar en suelo rústico dos años», precisamente -ha dicho- «para que el problema no les estalle hasta después de las elecciones».
HASTA EL FINAL
Pero Buruaga ha asegurado que el PP no va a renunciar a que se pueda seguir construyendo vivienda unifamiliar en suelo rústico y va a defender «hasta el final» que se mantenga un modelo que «funciona desde hace una década; que responde a una demanda social; que permite dinamizar económica y socialmente las zonas rurales; que aporta seguridad jurídica y estabilidad al urbanismo de Cantabria y que se ha demostrado absolutamente compatible con la protección y conservación del suelo rústico y del territorio».
Y ha insistido en que no ha habido «especulación» ni se ha «arrasado con todo» como afirman la izquierda y los colectivos ecologistas, sino «un crecimiento y un aprovechamiento ordenado, racional y sostenible», y ha negado igualmente que no «se trata de asfaltar Cantabria como sostiene el Partido Socialista de Pablo Zuloaga».
A ojos de Buruaga, «es este partido, que dice un no rotundo a estas construcciones, quien dicta también la política urbanística de esta comunidad autónoma frente a un Partido Regionalista cautivo de su pacto de gobierno y de los dogmas y la ideología de la izquierda».
Tras recordar que hace unas semanas el PP dio «un primer paso» y ofreció personalmente a Revilla los votos populares para «dejar las cosas como están, para mantener la actual regulación de la vivienda unifamiliar en suelo rústico y seguir permitiendo estas construcciones en toda Cantabria», ha indicado que el presidente regionalista «condicionó cualquier entendimiento al beneplácito de su socio y le dio la llave del acuerdo al PSOE».
Por eso, Buruaga cree que las enmiendas que el PP ha presentado al proyecto de ley suponen «una nueva oportunidad» para que el Gobierno «rectifique y dé marcha atrás» en una regulación que implica «retroceso, recorte de derechos y pérdida de oportunidades y que la mayoría social de esta región no quiere».