El PP pedirá más explicaciones por el espionaje y quiere saber si Pegasus está vinculado al cambio de posición en Sáhara

En Génova acusan a Sánchez de ir al Congreso a «insultar» al PP y de recuperar sus «clásicos» para distraer: aborto y Guerra Civil

El PP seguirá pidiendo explicaciones por el presunto espionaje porque considera que hay muchas preguntas sin aclarar, sobre todo en relación con el robo de información del móvil del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. De hecho, el primer partido de la oposición quiere saber si el llamado caso Pegasus está vinculado con el cambio de posición en el Sáhara occidental, según han indicado a Europa Press fuentes de la formación.

Según el PP, en el espionaje del móvil del jefe del Ejecutivo hay que saber si «su independencia está comprometida» por el robo de información. Además, recuerda que ese robo también afectó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y que hubo un intento de hackeo al ministro de Agricultura, Luis Planas, que fue en su día embajador en Marruecos.

Por eso, los populares creen que hay que saber si el cambio de postura de Pedro Sánchez en relación con el Sáhara occidental «tiene una justificación en esto o no», han señalado las fuentes consultadas, que insisten en conocer si «Pegasus tiene una relación directa» con lo ocurrido con Marruecos.

De la misma manera, el PP cree que el Gobierno debe aclarar también «quién dio la orden de investigar a los políticos independentistas catalanes», como Pere Aragonés, dado que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no actúa por su cuenta sino que recibe órdenes del Ejecutivo.

Son dos vías que, según los populares , requieren explicaciones por parte del Gobierno. El jefe del Ejecutivo tiene pendientes dos comparecencias monográficas en el Pleno Congreso, una por el caso Pegasus , que se producirá la semana del 25 de mayo, y otra por el giro en el Sáhara, un debate parlamentario aún sin fecha.

El propio Feijóo ha asegurado hoy en rueda de prensa que siguen sin saber «quiénes han sido investigados, espiados y por qué» y tampoco conocen «quién ordenó las escuchas y qué motivó esas investigaciones». De la misma manera, ha dicho que tampoco saben qué información «se espió del móvil» de Pedro Sánchez y si esa información «compromete la actuación del presidente del Gobierno», su «independencia» y «la seguridad del Estado». «Seguimos, en definitiva, sin ningún tipo de explicación», ha denunciado.

CRITICA QUE SÁNCHEZ VAYA AL CONGRESO A «INSULTAR» AL PP

La comparecencia de Feijóo ante los medios en la sede del PP en Santiago de Compostela se ha producido en respuesta a los «insultos» que, según los populares , el jefe del Ejecutivo ha dedicado al primer partido de la oposición en la sesión de control del Congreso, hablando de «desgracia de derecha» y «mangantes».

Los populares creen que el propio Sánchez se retrata porque apuesta por la «tensión» cuando sufre una «descomposición paulatina» que, a su juicio, está llevando a «un clima irrespirable» en España. «No veo a Feijóo llamando mangante a nadie nunca», señalan en el PP.

En Génova no preocupa que Sánchez –que según recuerdan lleva 50 días sin someterse a preguntas de los periodistas en Moncloa– recurra en sus intervenciones al caso Gürtel o a la operación Kicthen , dos asuntos que dan por amortizados y que, según destacan, el propio Feijóo vivió en la campaña electoral de 2009 cuando aspiraba por primera vez a la presidencia de la Xunta de Galicia.

GUERNICA Y EL ABORTO, LOS «CEBOS» DE MONCLOA

En el cuartel general de los populares critican además que, en medio de la «crisis institucional» que vive el país, el Gobierno quiera centrar el debate mediático en «sus clásicos», como la reforma de la ley del aborto o el bombardeo de Guernica en la Guerra Civil, en alusión a la resolución que ha aprobado este miércoles el Senado.

«Cuando el Gobierno se ve en apuros, echa a los medios sus cebos», subrayan a Europa Press las fuentes consultadas. Precisamente, Feijóo ha criticado este miércoles que el Gobierno saque ahora el borrador de la Ley del Aborto, un «tapado» para desviar la atención de la «crisis institucional» que él mismo ha provocado.