El PP exigirá al Gobierno de España que financie el tren Santander-Bilbao tras quedarse sin fondos de la UE

Culpa al PSOE de no haber hecho «nada» para que se incorporara en la red europea de transportes, incluidos los socialistas cántabros

El PP va a exigir al Gobierno de España que financie en su totalidad la construcción de la línea ferroviaria entre Santander y Bilbao tras conocerse que la Unión Europea (UE) no se hará cargo del coste de este proyecto, cifrado en torno a los 1.800 millones de euros, al no incluirlo en la Red Básica Ampliada de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T).

Una decisión de la que los populares han culpado a los gobiernos centrales del PSOE, tanto al de José Luis Rodríguez Zapatero por «dejar a Cantabria fuera de esa red» en las negociaciones que tuvieron lugar con Europa en 2009 y 2010, como al de Pedro Sánchez por no haber hecho recientemente «nada para corregirlo».

«El Gobierno de España nos falló en el pasado, nos está fallando en el presente y no sabemos qué podemos esperar de él en el futuro», ha valorado este martes el diputado y senador autonómico del PP Iñigo Fernández, que ha ofrecido una rueda de prensa para dar a conocer la iniciativa que el Grupo Popular va a llevar al Parlamento de Cantabria en torno a esta línea ferroviaria.

En ella pedirá al Ejecutivo central que cumpla la promesa de la anterior ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que se comprometió a que el Gobierno aportara la financiación si esta conexión no se incorporaba en la red europea, aunque Fernández ha puesto en duda si «alguien puede fiarse de la palabra de un ministro socialista».

Y es que, para el diputado del PP, «la Navidad ha llegado a Cantabria con malas noticias, al menos en lo que se refiere al tren, porque el Gobierno de España ha vuelto a dejar tirada» a la comunidad.

En concreto, lo que van a hacer los populares va a ser reformular una iniciativa que ya habían registrado en octubre para debatir en la Cámara el próximo mes de febrero –cuando se retomen los plenos tras el parón navideño–, que consistía en exigir al Gobierno central que retome el proyecto del tren entre Santander y Bilbao y mostrar malestar por el «abandono y la paralización» de su tramitación, quejándose de que no se ha movido «ni un papel» 21 meses después de que Raquel Sánchez visitara Cantabria para presentar el estudio de viabilidad y alternativas de esta línea.

Ahora, a esas reclamaciones va a sumar que el Gobierno financie la totalidad del proyecto, porque aunque la posibilidad de llevarlo a cabo no ha quedado descartada totalmente, sí ha pasado a «una segunda división» en el mapa de transporte ferroviario, ha explicado Fernández.

Esto se debe a que ya no va a ser considerada dentro de la red básica de transporte ferroviario de Europa, que es «el esqueleto central» y susceptible de recibir financiación de la UE, sino que podría formar parte de la red global, entendida como «complementaria».

Para el diputado, esto es algo a lo que «nos abocó Zapatero cuando no negoció» en 2009 y 2010 la incorporación del trazado de esta línea en la red básica, y posteriormente Pedro Sánchez «no ha mostrado ningún interés por solucionarlo» cuando se ha revisado el reglamento de la RTE-T entre 2018 y 2021, periodo en el que los grupos cántabros presentaron enmiendas que no fueron admitidas por la Comisión Europea.

EL PAPEL DE LOS SOCIALISTAS CÁNTABROS

Fernández ha lamentado que esto «no les preocupa lo más mínimo» a los socialistas cántabros, cuyo papel ha criticado a lo largo del proceso y especialmente el del líder, Pablo Zuloaga, al que ha cuestionado qué ha hecho por sacar adelante el proyecto.

Al hilo, ha denunciado que no haya «llamado a Madrid» para reivindicarlo, y sí «para que destituyan a la anterior delegada del Gobierno para poder a otra más afín» a él, en alusión a la reciente sustitución de Ainoa Quiñones por Eugenia Gómez de Diego.

«El panorama es desolador. Cantabria está abandonada como nunca por parte del Gobierno de España y aquí no hay un solo dirigente socialista que diga algo», han lamentado los populares , que tampoco son «muy optimistas» viendo el estado de otras infraestructuras como el nudo de autovías de Torrelavega, que se espera concluir «siete años después» de que se adjudicara.

Tampoco lo son con el nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente, que a juicio de Iñigo Fernández no tiene a Cantabria «en la agenda», y ha hecho afirmaciones que «demuestran que ni siquiera conoce el estado» de los proyectos comprometidos con la comunidad.

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