El PP exige un control «más ágil y resolutivo» de los daños provocados por la fauna silvestre
Pedro Gómez denuncia una demora de más de seis meses en el pago de daños, cuando el Plan de Gestión pone un plazo máximo de 90 días
El Partido Popular ha denunciado que la «demora» en el pago de los daños provocados por la fauna silvestre «supera los seis meses», cuando el Plan de Gestión del Lobo pone un plazo máximo de 90 días, y por eso ha exigido un control «más ágil y resolutivo».
El diputado y portavoz de Ganadería del Grupo Popular, Pedro Gómez, ha indicado que aún no se han pagado -ni siquiera se han resuelto los expedientes para el pago- los daños ocasionados a la ganadería en los meses de abril y mayo, cuando más ataques se producen por especies como el lobo o los buitres, coincidiendo con la salida de los animales a los pastos y con la época de partos que les hace más vulnerables.
Y se ha preguntado a qué está esperando la Consejería de Medio Rural o si acaso el consejero se da cuenta de la situación a la que se enfrentan los ganaderos afectados que «no tienen por qué pagar los daños sino que los tiene que pagar la Administración».
Pedro Gómez llevará este asunto al próximo pleno del Parlamento a través de una batería de preguntas al consejero Guillermo Blanco relativas a la situación de los expedientes de daños de la fauna y el pago de los mismos.
En concreto, preguntará cuánto tiempo tarda el Gobierno de Cantabria en resolver un expediente de reconocimiento de daños de la fauna, desde que se produce el daño hasta que se realiza el pago; en qué situación se encuentran en la actualidad los expedientes por motivo de daños de la fauna y cuántos expedientes hay abiertos a día de hoy sobre daños en la fauna.
El diputado del PP ha subrayado la importancia de este tema para el sector ganadero como demuestran los datos recogidos en el Plan de Gestión del Lobo, desde 2015 hasta el 31 de octubre de 2018, y que contabilizan 1.928 expedientes por daños causados por el lobo en la reserva del Saja y el coto regional de Valderredible y un total de 2.677 cabezas de ganado muertas (1130 de ovino, 746 de equino, 526 de bovino, 274 de caprino y 1 de asnal).
A lo que hay que añadir los daños que no se han podido probar porque, en muchos casos, no se han encontrado restos, además de los abortos por el estrés que produce la presencia de esta especie, en el caso del lobo, señala el PP en un comunicado de prensa. Por eso Gómez ha exigido al Gobierno de Cantabria que haga frente a su responsabilidad «con más agilidad».