La OEA despliega una misión de observación de cara a la segunda vuelta de las presidenciales en Brasil
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha desplegado de nuevo la Misión de Observación Electoral (MOE) de cara a la segunda vuelta de las presidenciales en Brasil, prevista para el próximo 28 de octubre.
La OEA ha indicado que la misión estará encabezada nuevamente por la expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla e integrada por 30 expertos y observadores que se desplegarán en 11 estados del país y el Distrito Federal.
Además, la organización ha señalado en un comunicado que seis personas observarán el voto en el exterior en las ciudades de Buenos Aires, Ciudad de México, Montreal, París, Santiago de Chile y Washington.
«La Misión, que ya observó los comicios del 7 de octubre, retomará el análisis de los aspectos clave del proceso electoral. Después de la elección, presentará un informe consolidado que incluirá hallazgos y recomendaciones en materia de organización y tecnología electoral, financiamiento de campañas, medios de comunicación y libertad de expresión, participación política de las mujeres, justicia electoral y participación de pueblos indígenas y afrodescendientes», señala el texto.
Este mismo domingo, miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades de Brasil para apoyar al candidato presidencial ultraderechista, Jair Bolsonaro, que ganó la primera ronda pero no se hizo con la mayoría absoluta.
Los manifestantes han marchado bajo los lemas «Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos» y «PT Não» (PT No, en portugués), en referencia al Partido de los Trabajadores del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), preso por corrupción.
«Bolsonaro es la salvación de Brasil. El PT tiene a su líder en la cárcel, son unas ratas y es una vergüenza», ha dicho Dora Vavi, una jubilada presente en la manifestación de Río de Janeiro, donde el ex militar se haría con el 70% de los votos válidos, según una encuesta de Paraná Pesquisas.
La popularidad del ex militar, que en la primera vuelta se situó a 17 puntos porcentuales de su rival, Fernando Haddad, ha crecido en los últimos meses en un Brasil hastiado de los políticos y de la corrupción, y asolado por la violencia. En 2017 se registraron más de 63.000 asesinatos, el récord por tercer año consecutivo.