El PNUD alerta de que la pandemia podría echar por tierra los avances de dos décadas en los países pobres
En África podrían perderse casi la mitad de los empleos por el impacto económico del coronavirus
La pandemia de Covid-19 no solo traerá consigo consecuencias en el plano de la salud para los países en vías de desarrollo, sino también desde el punto de vista social y económico que podrían terminar por echar por tierra los avances realizados por estos países en los últimos 20 años, según ha advertido el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).
Según las estimaciones de esta agencia de la ONU, los países en vías de desarrollo perderán más de 220.000 millones de dólares en ingresos y casi la mitad de los empleos en África podrían perderse. Dado que en torno al 55 por ciento de la población mundial no tiene acceso a protección social, estas pérdidas se dejarán sentir en la educación, los Derechos Humanos y, en los casos más graves, en la seguridad alimentaria y la nutrición, alerta.
«Esta pandemia es una crisis de salud, pero no es solo una crisis de salud», subraya el administrador del PNUD, Achim Steiner. Como recuerda el organismo, los frágiles sistemas de salud de estos países se verán con toda probabilidad superados y se teme una multiplicación de los casos habida cuenta de que hasta el 75 por ciento de los habitantes carecen de acceso a agua y jabón, un elemento fundamental en la lucha contra el coronavirus.
«Sin apoyo de la comunidad internacional, corremos el riesgo de un retroceso masivo en los logros realizados en las dos últimas décadas y de toda una generación perdida, si no en vidas sí en derechos, oportunidades y dignidad», subraya Steiner.
El PNUD, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya está ayudando a estos países a prepararse para responder ante la pandemia y ha hecho un llamamiento a la acción a la comunidad internacional para que piense más allá del impacto inmediato del coronavirus.
En concreto, apuesta por recursos para ayudar a detener la propagación del virus, apoyo para responder al brote propiamente dicho y recursos para evitar un desplome económico en los países en desarrollo.
