El partido marroquí Istiqlal se dirige a Casado para condenar la presencia del líder del Polisario en España
El secretario general del partido marroquí Istiqlal, Nizar Baraka, se ha dirigido a través de una carta al secretario general del Partido Popular español, Pablo Casado, para protestar por la recepción del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España, calificándola como «una puñalada por la espalda».
Según ha denunciado en el escrito, «la decisión del Gobierno español de acoger al líder del Polisario, sobre el que pesan varios procesos en España por graves crímenes contra la humanidad, torturas, violaciones, terrorismo, secuestros y que, además, ha declarado la guerra a Marruecos y se niega a respetar el acuerdo de alto el fuego de 1991 desde noviembre de 2020, atenta gravemente contra la serenidad de esta convergencia de asociación que nuestros dos países saben tener en alta estima cuando es necesario».
Baraka ha calificado la decisión como «una puñalada por la espalda», ya que es «inaceptable, inoportuno y hostil», según recoge la agencia marroquí MAP.
En este sentido ha denunciado una «fuerte y generalizada incomprensión» en Marruecos ante tal decisión, ya que es una iniciativa que «desprecia y desconoce los propios valores de los compromisos» que ambas naciones tienen, ha precisado Baraka, que incluso la ha tildado de «gesto de enemistad, por no decir de hostilidad y adversidad».
«Nuestra relación bilateral está marcada por la excelencia, que debe recordarnos cada día que tenemos deberes, compromisos y derechos legítimos el uno con el otro», ha insistido, para pedir no perder «la esencia de lo que hace grande nuestra relación».
Por último, el líder de Istiqlal ha explicado a Casado que «en el contexto particular que atraviesa nuestra región, no podemos permitirnos hipotecar el futuro de nuestros dos países, vinculados por siglos de historia y ambiciones comunes».
A pesar de las duras críticas a la decisión del Gobierno, Baraka ha elogiado a Casado, trasladándole su «sincera felicitación por el enfoque, el interés y los compromisos del Partido Popular español en favor de una relación bilateral marroquí-española cada vez más fructífera, constructiva y sólida en sus fundamentos».
«La familia política que usted lidera ha estado en primera línea de reclamo al Gobierno de su país, tras la recepción en suelo español del líder de los separatistas del Polisario», ha subrayado para resaltar «una coherencia política y una empatía fraternal que, desgraciadamente, ha faltado drásticamente en otras corrientes de la escena política española».
Esta carta sigue la línea del escrito firmado por varios partidos políticos marroquíes integrantes de la coalición de Gobierno este sábado, en el que mostraban su rechazo a la presencia en España del líder del Frente Polisario, hospitalizado por coronavirus, y exigían su enjuiciamiento.
Ghali, también presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se encuentra hospitalizado desde hace dos semanas en un hospital de Logroño para recibir tratamiento contra la COVID-19. El Gobierno español ha justificado la decisión de su acogida por razones estrictamente humanitarias.
La llegada del líder del Polisario a España suscitó malestar desde el primer momento en Rabat. Desde Marruecos han acusado a España de omitir de manera premeditada la acogida de Ghali en lo que han descrito como una decisión contraria a la relación de «buena vecindad» entre ambos países y de la que el reino alauí «extraerá sus consecuencias».
Sin embargo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha asegurado que se han dado «las explicaciones oportunas sobre las circunstancias que nos llevaron a acoger por razones estrictamente humanitarias» a Ghali y ha insistido en las buenas relaciones existentes entre los dos países.
Uno de los aspectos que más parece haber molestado a Marruecos es el hecho de que Ghali tiene causas pendientes ante la justicia española y no se ha procedido a su arresto. Eso es también lo que ha solicitado la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) en virtud de una causa pendiente por delitos cometidos presuntamente contra la población saharaui disidente refugiada en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia).