El Parlamento Vasco aprueba la Ley vasca de Educación, con los votos de PNV y PSE, y el rechazo de toda la oposición
La oposición vota en contra de la nueva norma con críticas sobre los modelos lingüísticos y los conciertos educativos
VITORIA, 21
El pleno del Parlamento Vasco, con los votos a favor de PNV y PSE-EE, y el rechazo de los grupos de la oposición, la Ley vasca de Educación que, entre otros aspectos, mantiene los modelos lingüísticos (en euskera, bilingüe y en castellano) en los que se estructura el sistema actual y establece que los centros deben planificar el aprendizaje de las lenguas.
De esta forma, recoge que, «teniendo en cuenta las características sociolingüísticas y socioeconómicas de cada entorno» se debe garantizar que el alumnado adquiera un perfil B2 en el conocimiento del euskera y el castellano al final de secundaria.
El grueso de la norma ha sido aprobado con el apoyo de los grupos en el Gobierno, PNV y PSE, y el voto en contra de todos los grupos de la oposición –EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP, Vox y Cs–.
El pasado mes de octubre, todos los grupos de la oposición, excepto EH Bildu, solicitaron la devolución del proyecto de ley al Gobierno Vasco pero los grupos en el Gobierno, PNV y PSE-EE, rechazaron estas enmiendas con el apoyo de EH Bildu, que este jueves ha votado en contra de la norma, ya que incluye la enmienda acordada por jeltzales y socialistas para mantener los actuales modelos lingüísticos.
En el texto legal se constata la existencia de «una necesidad objetiva» de elaborar un nuevo marco normativo «que aborde la situación de la educación en estos momentos y en los tiempos futuros» con el objetivo de construir un sistema educativo con capacidad para establecer «una enseñanza inclusiva y basada en equidad, cohesión social y excelencia».
Uno de los aspectos más polémicos del texto es el referido a los modelos lingüísticos –en euskera, bilingüe y en castellano– en los que se estructura el sistema actual y que, según una enmienda acordada por el PNV y el PSE, se mantiene en la nueva ley.
En este sentido, el texto señala que el proyecto lingüístico de cada centro se ha de estructurar «dentro de un marco común que integra los derechos reconocidos y los principios establecidos en el Estatuto de Gernika y en la Ley de Normalización del Euskera» y «sobre la base del sistema de modelos lingüísticos vigentes». Se precisa que cada proyecto lingüístico deberá diseñarse «asegurando que cualquier desarrollo o actualización de dichos modelos se realice mediante el desarrollo reglamentario, garantizando aquellos mismos derechos y principios».
A su vez, indica que los centros «deben planificar el aprendizaje de las lenguas, su uso y la actitud positiva hacia ellas del alumnado, teniendo en cuenta el punto de partida y las características sociolingüísticas y socioeconómicas de cada entorno, incluidas las características específicas del alumnado y de sus familias, persiguiendo que el alumnado adquiera el nivel lingüístico y las competencias necesarias requeridas al final de cada etapa educativa».
B2 AL FINALIZAR SECUNDARIA
En este sentido, la ley señala que los decretos curriculares deberán definir el conocimiento práctico y suficiente de las lenguas oficiales y extranjeras y establece como objetivo mínimo que al finalizar la educación primaria, se deberá alcanzar el nivel B1 en las dos lenguas oficiales –euskera y castellano– y al finalizar la educación secundaria obligatoria, el nivel B2 en las dos lenguas oficiales.
La Ley de Educación constata que «la educación vasca se estructura como un sistema multilingüe cuyo eje es el euskera, y se articula a través de dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera, que vehicularán aprendizajes, para garantizar la cohesión social y la capacidad de comunicación de la ciudadanía en ambas lenguas oficiales».
Otra de las cuestiones que más críticas ha propiciado por parte de la oposición se refiere al tratamiento de la financiación pública de centros privados a través del sistema de conciertos.
La norma indica que los centros que presten el servicio público vasco de educación –los públicos y los privados con un concierto en vigor– «deberán garantizar la libertad sexual y de género y la laicidad», así como regirse por una serie de «principios»; entre ellos, «la no discriminación, transparencia, carencia de ánimo de lucro, atención al alumnado vulnerable y a la diversidad, y el compromiso contra la segregación y la igualdad de oportunidades».
«DEJAR FUERA A EH BILDU»
El parlamentario de EH Bildu Ikoitz Arrese ha denunciado que en la tramitación de la ley se ha impulsado la «euskerafobia» y una «maquinaria para dejar fuera a EH Bildu». Además, ha acusado al PNV de «aceptar el veto del PSE-EE», y cree que en el texto «prevalecen intereses partidistas que nada tienen que ver con la Educación». «PNV y PSE cometen el mismo error que hace 30 años excluyendo a EH Bildu y a la comunidad educativa de esta ley, y esto es un fracaso de este gobierno», ha criticado.
La parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU Miren Gorrotxategi ha afirmado que «con esta ley se ha perdido la oportunidad de mejorar el sistema educativo vasco», ya que «en lugar de afrontar los problemas, se van a perpetuar» porque «se va a reforzar el sistema más privado de Europa y van a perpetuar la segregación» escolar. Además, ha contestado al PNV que es «mentira» que diga que su grupo no quería el pacto educativo.
El parlamentario del PP Carmelo Barrio ha señalado que la ley está «alejada de las necesidades educativas, no tiene un verdadero proyecto pedagógico, no está centrada de la realidad sociolingüística, no trabaja por el éxito académico y tiene una vinculación con la politización de la educación». Además, ha afirmado que es «grave» que la ley «no garantice el aprendizaje en la lengua materna cuando es el castellano». «No es una Ley de Educación, es una Ley de Política Lingüística», ha denunciado.
La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha afirmado que con la aprobación de esta ley «el Gobierno va a certificar su incapacidad para alcanzar acuerdos amplios en materias muy sensibles» como la educación y cree que se trata de «la ley del nacionalismo vasco, «lo que hace incomprensible la complicidad del PSE». «Hoy ustedes van a aprobar su Ley de Educación, sólo suya, aunque ustedes representen poco más de la mitad de los vascos», ha destacado.
El parlamentario de Cs Jose Manuel Gil ha criticado que la ley «está centrada en el euskera, párrafo tras párrafo, da igual el tema al que se refiera, en todos ellos incluye la muletilla del euskera como eje, dejando bien claro su intención y su objetivo». «No es una ley para unir a todos los vascos, es una ley para llevar adelante la euskaldunización forzosa de la población», ha denunciado.
Por parte de los grupos en el Gobierno, Gorka Álvarez (PNV)ha afirmado que este jueves «es un día muy importante» para el sistema educativo vasco porque la nueva ley «facilita el camino para enfrentar los retos educativos de las próximas décadas» y ha resaltado que recoge la apuesta por «un marco plurilingüe con las dos lenguas oficiales de Euskadi y una lengua extranjera. Además, ha contestado a EH Bildu que esta ley ha sido pactada con ellos porque han acordado varias enmiendas en esta última fase, un total de 74, que se convertirán en ley.
María Jesús San José (PSE) se ha mostrado «muy satisfecha» con la negociación con el PNV para incluir modificaciones que consideraban «esenciales», ya que «con carácter general garantizan el carácter vehicular de las lenguas de aprendizaje y clarifican la vigencia de los modelos lingüísticos».
«Con estas enmiendas se hace explícito en el texto el derecho reconocido por la legislación vigente a aprender en euskera y en castellano», ha resaltado antes de criticar que EH Bildu «quería utilizar la indefinición del texto original para caminar hacia un modelo monolingüe» y que «gracias a los socialistas no será una ley para la construcción nacional».