El Palacio de Festivales acoge el estreno nacional de la adaptación de la comedia Las locuras por el veraneo

El Palacio de Festivales de Cantabria acogerá este viernes 24 y el sábado 25 el estreno nacional de la comedia Las locuras por el veraneo , de Carlo Goldoni, una pieza divertida y elegante sobre la necesidad de aparentar, versionada y dirigida por Eduardo Vasco, que ha trasladado este texto italiano heredero de la Comedia del Arte a locos años 20 .

Las locuras por el veraneo es la primera obra de una trilogía del autor, con los mismos personajes, en la que critica los excesos consumistas de la sociedad de su tiempo, «enfebrecida por irse al campo en verano, gastaban absolutamente toda su fortuna y luego estaban todo el año tratando de recuperar eso que habían despilfarrado».

Así ha resumido Vasco esta comedia «deliciosa» y «cuasi feminista», que ha presentado este jueves en rueda de prensa el director, acompañado por los actores Elena Rayos y Rafael Ortiz, y el director general de Cultura de Cantabria, Juan Antonio González, quien ha recordado que la obra es el quinto estreno de los siete programados en el actual temporada del Palacio y el cuarto de carácter nacional.

Vasco, al frente de Noviembre Compañía de Teatro, ha destacado que el Palacio de Festivales es uno de los espacios «mejor programados del país», resaltando al respecto el «gran valor» de su responsable de programación, Carlos Troyano, y además ofrece «seguridad» a las compañía a la hora de estrenar por su equipo técnico «extraordinario». Por eso, aunque había otros candidatos a acoger la primera representación, se ha decantado por Cantabria, donde además y a diferencia de otros lugares, «se han creado públicos».

Así, en función de la reacción de los espectadores este fin de semana, se «cambiarán cosas» de cara a su estreno en el Teatro Español de Madrid el 21 de diciembre. Además, si la acogida es buena, «arrancaremos a hacer las tres» obras, ha comentado.

El director de Noviembre Teatro ha explicado que ha decido poner en escena una obra de Goldoni por la trayectoria de la compañía, muy ligada a los clásicos, en este caso un ilustrado del siglo XVIII, pero ambientada en la «locura» de los años 20 del siglo XX.

De este modo, se ofrece al espectador una comedia «deliciosa», obra de un autor que no quiere «la crispación». Porque, según ha explicado Vasco, Goldoni, como todos los autores ilustrados, quiere que la sociedad sea mejor y que los ciudadanos reflexionen al ver en el teatro los comportamientos de sus vecinos. «Trata de aportar al mundo, con mucha mesura, un mensaje de tenemos que transformar esto . Es el mensaje de la Ilustración, pero mucho más elegante», ha señalado.

Además, ha asegurado que, como dramaturgo, «hay pocos mejores que él», y Las locuras por el veraneo es «de los mejores artefactos escénicos con los que un oficiante teatral puede desear trabajar».

Aunque las obras de Goldoni se traducían «de manera inmediata» a muchos idiomas en su época, –«se pirateaban» en muchos casos, ha puntualizado–, porque Goldoni era «un autor de referencia, el rey de Europa de la comedia», no fue el caso de ésta, al formar parte de una trilogía. Y si bien no fue una comedia «de mucha asiduidad» en España, sí se ha representado en muchos países del continente.

La obra cuenta con la participación de nueve actores –siete de ellos de gira, que comenzará en abril y se prolongará durante año y medio–, algo que no es habitual en las compañías porque son formatos «prácticamente inasumibles» y que en este caso es posible por apoyos de instituciones como el Palacio de Festivales y el Gobierno de Cantabria. Así, ha dicho, «uno puede apostar por este tipo de cultura que está un poco más elaborada, y no estar haciendo todo el tiempo Sálvame limón «.

Por su parte, Elena Rayos ha explicado que los personajes son «muy coherentes» con el momento y la situación en al que viven, la necesidad de aparentar, de ir de verano «cueste lo que cueste». El suyo, Giacinta, es el de una mujer «lógica y bastante actual, muy contemporánea» porque, aunque está enamorada, «tiene claro a lo que no va a renunciar por amor».

Es por ello que, para Vasco, se trata de una comedia «cuasi feminista», con un discurso de emancipación y «muy avanzada para la época».

Mientras, Rafael Ortiz encarna a Leonardo, un «derrochón, de su tiempo y de su sociedad, obligado a aparentar y a gastar más de lo que debería»; un hombre «sangre caliente, muy italiana» en el sentido de «emoción extrema». En este sentido, para el actor, trasladar la obra a los años 20 «encaja».