El otoño será cálido y con precipitaciones normales en Cantabria, según la AEMET
El otoño será cálido en Cantabria, con temperaturas más altas de lo habitual pero con un nivel de precipitaciones normal, según prevé la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que ha hecho balance también del verano en la comunidad, que ha sido extremadamente caluroso y con pocas lluvias, condicionado por la extrema sequedad de julio.
Así lo ha dado a conocer este martes en rueda de prensa el delegado de la AEMET en Cantabria, José Luis Arteche, junto con el responsable de Climatología, Juan José Rodríguez, quienes han recordado que el otoño comenzará en España el próximo viernes, 23 de septiembre, a las 3.04 horas.
La AEMET espera que el tiempo se mantenga estable en Cantabria durante los próximos días con alguna lluvia el fin de semana, dando lugar a un otoño que seguirá la tónica del verano con temperaturas altas, pero con precipitaciones dentro de lo esperado, aunque estas previsiones a largo plazo, ha advertido Arteche, no tienen un alto grado de fiabilidad y podrían varíar.
Sobre el verano, ha explicado que en la comunidad ha sido extremadamente cálido, con el trimestre más caluroso desde que existen registros, y con una temperatura media de 19,3 grados, 2 puntos por encima de la media del periodo de 1981 a 2010 que se utiliza como referencia y superando el hasta ahora valor más alto que tuvo lugar en 2003. Todo ello condicionado por una temprana ola de calor en junio y otra «extremadamente intensa» en julio.
Después de una primavera seca, el periodo estival ha registrado también un déficit de precipitaciones respecto a los valores habituales en esta época, enlazándose tres trimestres de carácter seco, desde diciembre de 2021 hasta agosto de 2022.
La estación veraniega ha sido la tercera más soleada desde que se iniciaron los registros en 1978, con 672,1 horas de sol, un 123% más que lo normal.
Además, con la ola de calor que tuvo lugar en julio, y concretamente el día 17, las temperaturas de casi todo el centro de Cantabria se situaron por encima de los 39 grados, y prácticamente toda la región alcanzó los 36 grados. De esta forma, 22 de las 50 estaciones repartidas por la región superaron su récord histórico de temperatura, superando las 18 del año 1989.
La temperatura más alta entre los meses de junio a agosto se registró el 17 de julio en Terán (Cabuérniga), con 43,5 grados, seguida de los 43 grados en Tama (Cillorigo de Liébana) o los 42,9 en San Felices de Buelna, en la misma fecha. La temperatura mínima se produjo el 1 de julio en Nestares (Campoo de Enmedio), con 0,9 grados.
El año hidrológico -precipitación acumulada desde octubre de 2021- registra un pequeño superávit del 7 por ciento debido al exceso de precipitaciones registrado en noviembre y diciembre, pese al déficit de los últimos meses. El año agrícola (del 1 de septiembre al 31 de agosto) ha terminado con un superávit del 6%.
Respecto al viento, el verano se situó en valores normales, tanto en recorrido como en frecuencia. Agosto fue el mes más tormentoso con 5.341 descargas eléctricas registradas, por las 4.257 contabilizadas en junio, y 1.418 en julio, que se extendieron por toda la comunidad.
Además, la AEMET ha llevado a cabo en esta ocasión una reconstrucción de la evolución de las temperaturas medias anuales registradas en el Aeropuerto de Santander desde el año 1900, que muestran el ascenso de las temperaturas en las últimas décadas y que la temperatura de este año es la más alta del siglo XX y XXI.
A nivel nacional, el verano fue el más caluroso desde que hay registros y el noveno más seco, y de cara al otoño se prevé a nivel nacional que sea más cálido de lo normal, sobre todo en la vertiente Mediterránea y en Baleares, y también más seco y menos lluvioso de lo habitual, especialmente en el cuadrante noroeste peninsular.