El Observatorio de la Vida Militar presenta mañana al Congreso su informe sobre conciliación en las Fuerzas Armadas
Su conclusión es que se aplica con normalidad, aunque son las mujeres las que más se acogen y pueden sobrecargar de trabajo a los demás
El Observatorio de la Vida Militar, un órgano colegiado de carácter asesor y consultivo adscrito a las Cortes Generales, presentara este jueves a la Comisión de Defensa del Congreso su informe relativo al año 2022, en el que muestra en profundidad el estado de las medidas de conciliación de la vida laboral y personal en las Fuerzas Armadas y concluye que se aplican con «normalidad» y que el estamento militar no se ha quedado «desfasado».
En concreto, el documento da cuenta de las actividades más destacadas desarrolladas a lo largo de ese ejercicio por el Observatorio, que aprobó el texto por unanimidad en septiembre de 2023. Además de al Congreso, el órgano ha de remitir el texto a la Comisión de Defensa del Senado.
Está estructurado en tres partes: una memoria de actividades del Observatorio; un informe sobre distintos aspectos relacionados con la condición militar y los elementos que integran la carrera militar –reclutamiento, acceso a la carrera, la enseñanza, los procesos de promoción, los procesos de evaluación y ascensos, retribuciones o los destinos–; y el estudio de un tema específico de interés general para los militares. En esta ocasión, el órgano se ha ocupado de las medidas de conciliación en el ámbito de las Fuerzas Armadas.
MEDIDAS ESENCIALES, PERO MÁS MUJERES QUE HOMBRES
El informe, recogido por Europa Press, ve «esenciales» las medidas de conciliación de la vida laboral y personal y destaca que las Fuerzas Armadas no se han quedado «desfasadas» en este ámbito, habida cuenta de que los cambios en el modelo social y familiar se han trasladado también a esta profesión porque la mujer se ha ido incorporando a la carrera militar desde hace 35 años.
Entre sus conclusiones, el Observatorio de la Vida Militar destaca que las Fuerzas Armadas asumen como una «necesidad real» la aplicación de medidas de conciliación, que son «bien acogidas» por parte del personal y se llevan a cabo con «normalidad». De hecho, menciona que el Observatorio Militar de la Igualdad ha aumentado sus consultas en los últimos años. En 2022, se produjeron en torno a un millar.
No obstante, siguen siendo las mujeres las que más se acogen a este tipo de medidas. El informe traslada que el porcentaje de mujeres que ha disfrutado de alguna de ellas ha sido superior en todas las categorías militares y destinos.
Sí se ha detectado un incremento en el número de acogidos a las medidas de conciliación entre el personal masculino y los porcentajes tienden a converger, matiza el Observatorio, que vaticina que, en el futuro, es previsible que el personal adherido a las mismas aumente progresivamente debido a los hombres más que a las mujeres.
Sobre el tipo de medidas, el texto explica que priman las ausencias temporales del trabajo sobre otras medidas que proporcionan mayor flexibilidad al sistema, como ayudas a la dependencia o servicios de guardería.
En cualquier caso, en comparación con los países de nuestro entorno y con carácter general, en las Fuerzas Armadas la normativa está más avanzada y encaminada hacia una igualdad real entre mujeres y hombres, según el trabajo del Observatorio.
COMPLICACIONES Y RECOMENDACIONES
El informe muestra algunas complicaciones de la aplicación de las medidas de conciliación, pero proporciona recomendaciones para avanzar en este camino.
Así, destaca que son las unidades de la Fuerza, con ejercicios, maniobras o navegaciones prolongadas y frecuentes despliegues en el exterior las que tienen más «complicada» la aplicación de estas medidas. También subraya que no sólo afectan al personal acogido a ellas, sino que impactan en la unidad en su conjunto porque pueden suponer sobrecargas para los compañeros que no lo están.
«La aplicación de determinadas medidas de conciliación en las unidades puede suponer el incremento de la carga de trabajo y servicios en aquellos componentes de la unidad que no concilian», indica. Esta circunstancia, además, «puede afectar negativamente» a las capacidades de las unidades y provocar el «consecuente impacto» en su adiestramiento y operatividad, de no aumentarse las plantillas.
El incremento de las plantillas es una de las recomendaciones que emite el organismo, no sólo en reposición de efectivos, sino también para dotar las plazas necesarias para amortiguar el impacto del ejercicio de este derecho en las diferentes unidades, especialmente en las de Fuerza.
Del mismo modo, se ocupa de posibles «agravios comparativos o desigualdades» al haber desarrollado cada ejército su propia normativa para intentar adaptar lo general a sus casos particulares. Por ello, el Observatorio de la Vida Militar aconseja respetar el marco común para todo el Ministerio de Defensa, para todas las Fuerzas Armadas y que las adaptaciones fuesen «las estrictamente necesarias por parte de los ejércitos».
El órgano también sugiere aumentar las actividades informativas y de formación en materia de conciliación dirigidas al personal de las Fuerzas Armadas para que estas mejoren su conocimiento de la legislación y sean conscientes de la necesidad y condiciones para la concesión de las distintas medidas. Además, menciona la posibilidad de concederlas por hijos menores de edad ampliando el límite de edad a los 16 años, entre otras.
LA PRIMERA VEZ DEL PRESIDENTE EN LA COMISIÓN
Será la primera vez que el nuevo presidente del Observatorio, el abogado Mariano Casado, visite la Comisión de Defensa del Congreso, después de su reciente nombramiento en sustitución de Ricardo García García.
Casado, ex secretario general de la Asociación Unificada de Militares (AUME), asumió el cargo a finales de noviembre de 2023. Es el único miembro que continúa del primer Observatorio de la Vida Militar, constituido en 2014, y también ejerce como asesor jurídico de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
Cada año, el Observatorio debe presentar su informe a las Cortes, pero también puede redactar otros estudios sobre cualquier otro asunto que le encargue el Parlamento o que decida analizar motu propio .