El nuevo tramo de la A-67 entre Sierrapando y Barreda abrirá en verano de 2025
La próxima semana entra en servicio el ramal Oviedo-Palencia, de 2 km, y la incorporación desde Sierrapando a la autovía que estaba cortada
TORRELAVEGA, 19
Las obras del nudo de autovías de Torrelavega estarán terminadas dentro de un año y, según la previsión, para verano de 2025 entrará en servicio el nuevo tramo de la A-67 entre Sierrapando y Barreda que está actualmente en construcción.
Así lo ha anunciado el ministro Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que ha visitado en la tarde de este viernes estos trabajos y ha destacado que se trata de una de las actuaciones de mayor entidad y complejidad que su departamento está llevando a cabo en la red de carreteras del Estado, con una inversión de más de 140 millones de euros.
Puente ha reconocido los retrasos que ha sufrido el proyecto por su «propia complejidad» pero ha celebrado que ya se encuentra en la fase final de ejecución y se irá poniendo en servicio «paulatinamente, a medida que se vayan concluyendo las distintas fases» hasta que el año que viene por estas fechas, cuando estará en servicio «en su totalidad».
Así, para la próxima semana se prevé poner en servicio del ramal Oviedo-Palencia, de unos 2 kilómetros de nuevo trazado, en su disposición definitiva dentro del enlace de Sierrapando y del de incorporación desde Sierrapando a la A-67, que se había cortado provisionalmente por las obras.
Este ramal también conducirá provisionalmente el movimiento Santander-Palencia hasta que se produzca la apertura del ramal de continuidad Sierrapando-Barreda, conocido como nudo de Torrelavega.
Pese a ser una de las obras «más caras» de toda la red, es necesaria para dar solución a este punto de «máxima congestión de tráfico» donde confluyen la A-67 y la A-8, por donde transitan tanto los cántabros como los visitantes procedentes de otras comunidades, ha explicado el ministro, que ha estado acompañado por la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego; el consejero de Fomento, Roberto Media; y los alcaldes de Torrelavega y Polanco, Javier López Estrada y Rosa Díaz, respectivamente, entre otras autoridades y representantes de Carreteras.
79% EJECUTADO
Por ahora se han ejecutado dentro de este proyecto trabajos por valor de 99 millones de euros, el 79% del total presupuestado, tras superar dificultades técnicas relacionadas con el terreno o el drenaje de la infraestructura.
«Este año hemos aumentado mucho el ritmo de ejecución», ha destacado el ministro en declaraciones a los medios al final de la visita, donde ha comprobado que actualmente se está trabajando en la estructura del túnel artificial de las Rozas y, cuando esté concluida, se procederá a dotarlo de sus instalaciones y a la impermeabilización y cubrición con tierras de la estructura.
La ejecución del falso túnel es la parte crítica de la obra, pues requiere construir dos tubos de 422 metros a cubrir con unos 700.000 metros cúbicos de material, un volumen equivalente al de más de 200 piscinas olímpicas. Las obras del tramo de 2,5 kilómetros incluyen 46 estructuras y multitud de servicios afectados, de ahí su complejidad.
El ministro ha ratificado su compromiso con el desarrollo de las infraestructuras y el transporte de Cantabria con el objetivo de mejorar su conexión ferroviaria y por carretera con La Meseta y la movilidad interna.
RETRASOS
Por su parte, tanto el consejero de Fomento como los alcaldes han celebrado que se haya puesto plazo de fin a unas obras que «se han dilatado muy por encima de los plazos iniciales», ya que se planificaron para tres años y si acaban en 2025 habrán durado siete.
El alcalde de Torrelavega ha dicho que «llevamos con orgullo ser un cruce de caminos, que es lo que ha marcado la historia de la ciudad», pero también «la parte negativa» por las «dificultades de tráfico enormes» que eso conlleva, sobre todo en verano.
Y la regidora de Polanco ha añadido que ha sido su ayuntamiento el «más perjudicado» por las obras –ya que ha sufrido el derribo de 16 viviendas y los desvíos de tráfico cuando surgió un argayo al comienzo de los trabajos–, pero entienden que son «necesarias y buenas para toda la comarca».