El nuevo impuesto a la banca reducirá la factura de Sabadell, Bankinter y Unicaja, según BNP
El nuevo diseño del impuesto especial a la banca supondrá una rebaja en la factura que tienen que abonar ciertas entidades por este tributo, mientras que para otra supondrá un recargo adicional, según cálculos realizados por BNP Paribas Exane a los que ha tenido acceso Europa Press.
En concreto, la cantidad a pagar por Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja se vería reducida este año con el nuevo diseño, mientras que la de CaixaBank, Banco Santander y BBVA aumentaría.
Así, de acuerdo con las estimaciones anuales de ingresos bancarios por los que tienen que pagar tributos este año, Sabadell tendrá que abonar unos 173 millones, frente a los 203 millones con el anterior diseño. Esto implica que el beneficio por acción (BPA) mejoraría en un 1,9%.
Bankinter abonará unos 80 millones con el nuevo diseño, frente a los 115 millones anteriores, impactando el BPA al alza en un 3,7%. De su lado Unicaja recibirá una factura de 44 millones, frente a los 85 que hubiera tenido que pagar. La mejoría en el BPA con este cambio es del 8,6%.
CaixaBank será la entidad más afectada. Si con el diseño anterior hubiera tenido que pagar unos 513 millones por los ingresos anuales de 2024, la factura ahora sube a 617 millones, reduciendo su BPA en un 1,9%. Por detrás se sitúa Santander, que ahora tendrá que pagar 439 millones, frente a los 306 millones anteriores, afectando a su BPA negativamente en un 1,1%.
De su lado, BBVA abonará a Hacienda 367 millones por sus ingresos gravables de este año, frente a los 325 que hubiera tenido que pagar con el impuesto anterior. Esto implica que su BPA se reducirá en un 0,5%.
Estos cálculos son preliminares y realizados por BNP Paribas Exane, pero el cálculo final depende de cada entidad porque no todos los ingresos cuentan para el cálculo. Además, no se ha tenido en cuenta la deducción extraordinaria que las entidades pueden aplicarse si su rentabilidad sobre activos baja del 0,7%.
A nivel sectorial, la tasa efectiva sube hasta el 4%, frente al 3,6% anterior, lo que elevará la recaudación en unos 200 millones de euros. No obstante, el impacto varía por entidades porque el impuesto ahora va por tramos progresivos. Cuanto menos ingresos se registre, menor será la factura final al tener menos peso los tramos más altos.