El neurocientífico Juan Lerma se ponen como objetivo situar al CINC en 10 años entre los 10 mejores centros mundiales
El neurocientífico Juan Lerma, quien liderará el futuro Centro Internacional de Neurociencia Cajal (CINC), proyecto lanzado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se ha puesto un «objetivo claro» y es que «el CINC se pueda convertir en 10 años en uno de los 10 mejores centros a nivel mundial».
«Y esto es tremendamente ambicioso. Que se consiga va a depender no solo de la intención de los investigadores, que seguro es la mejor, pero también de la inversión que se realice de forma continuada y de cómo se lleve a cabo. Si se con juntan correctamente estos diversos factores, yo creo que podemos alcanzar el objetivo de estar en el top ten a nivel mundial», afirma.
El nuevo centro, situado en el Campus Científico de la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, tiene el propósito de crear un espacio de investigación multidisciplinar mediante la captación de científicos nacionales e internacionales de primer nivel. Sus líneas de investigación abarcarán los aspectos fundamentales para la comprensión del cerebro alineadas con el Libro Blanco Brain, Mind & Behaviour de los Desafíos Científicos CSIC 2030.
El centro nace como un centro propio del CSIC, de manera que el único «dueño» del CINC es el propio CSIC, pero la idea es que evolucione a tener una gobernanza autónoma. Con ello me refiero a que se dirija a una forma de gobierno en la que participen más entidades y, por tanto, haya otros contribuyentes al proyecto. Este cambio de concepto de gobernanza será un hito paradigmático en el CSIC pero, obviamente, es el CSIC el que está poniendo una tremenda aportación inicial.
Respecto al trabajo que va a desempeñar el centro, ha recordado que «no se puede imponer a ningún investigador que trabaje en algo que no le interesa. En las Expresiones de Interés hay un apartado para poder explicar qué es lo que quiere hacer ese investigador»; y espera que el ambiente sea muy colaborativo, muy interdisciplinar, y cada uno aproveche el conocimiento del vecino para mejorar su propio proyecto.
En cuanto a la situación de la neurociencia en España, Lerma afirma que tiene un nivel que está por encima de los entandares europeos. Sin embargo, añade, «en términos cuantitativos, todavía es pequeña en ese nivel de excelencia. De lo que se trata precisamente es de generalizar dicha excelencia y que cobre mucha más importancia de la que tiene en la actualidad en Europa y en el mundo».
De cara al futuro, espera que en el estudio del cerebro se llegue a entender qué cosa lleva a qué. «Cuál es la causa o el mecanismo que provoca la formación de un determinado comportamiento. En ese momento, estaremos en condiciones de entender mejor las enfermedades mentales, las enfermedades neurodegenerativas y de establecer mecanismos para poder paliarlas, retrasarlas o, con dudas, curarlas», concluye.