El movimiento Yamina y el partido Yesh Atid alcanzan un principio de acuerdo para echar a Netanyahu del poder
Los líderes del movimiento conservador Yamina y el partido de centro Yesh Atid, Naftali Bennett y Yair Lapid, han alcanzado un principio de acuerdo para abanderar una gran coalición de partidos que, de concretar la virtual mayoría parlamentaria que poseen, significaría la salida del poder del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
En un comunicado emitido tras una breve reunión celebrada esta mañana, Yamina ha comunicado el respaldo a los esfuerzos de Bennett para configurar un nuevo ejecutivo «y evitar las quintas elecciones» a través del pacto con Lapid, quien ahora mismo tiene mandato para formar Gobierno.
Según fuentes del Times of Israel , Bennett se está preparando para comparecer ante los medios de comunicación a las 20.00 de este domingo, hora local, para informar de los pormenores de este acuerdo, que le colocaría, si todo sale como prevé, como nuevo primer ministro israelí tras 12 años consecutivos de mandato de Netanyahu.
La reunión de Yamina se ha caracterizado por la ausencia del diputado Amichai Chikli, opuesto al acuerdo con el partido de Lapid, pero su negativa no debería suponer un obstáculo para la mencionada mayoría, sobre todo teniendo en cuenta que la número dos del partido, Ayelet Shaked, parece haber dado su beneplácito al acuerdo a pesar de su resquemor sobre la reacción de los sectores más conservadores del movimiento.
La coalición que preparan Bennett y Lapid abarcaría partidos de derecha (el movimiento Yamina, Yisrael Beytenu y Nueva Esperanza), centro (Yesh Atid, la coalición Azul y Blanco) e izquierda (los laboristas, Meretz), con el apoyo indirecto del partido árabe islamista Raam, en un Gobierno de unidad que buscaría sacar a Israel de dos años de caos político, encabezar la recuperación del país del coronavirus y curar las divisiones sociales en una nación profundamente dividida.
Este llamado «bloque del cambio», con seis de los siete escaños de Yamina, contaría con 57 diputados que, sumado al respaldo tácito de Raam, conseguirían una mayoría de 61 escaños en la Knesset, el Parlamento israelí, lo que permitiría la formación de un gobierno.
Según el Canal 12 de la televisión israelí y Kan News, Bennett ha resuelto unirse a Lapid para formar un mandato conjunto por el que Bennett ejercería como primer ministro hasta septiembre de 2023, para ser sucedido inmediatamente por Lapid, que asumiría el cargo hasta noviembre de 2025.
El anuncio podría tener lugar este mismo domingo por la noche, según estos medios, y podría visitar mañana al presidente del país, Reuven Rivlin, para informarle del éxito de las conversaciones. Si fracasan, el mandato de Lapid expirará en cuatro días, plazo tras el cual el país se vería abocado, en medio del cansancio popular, a sus quintas elecciones en dos años.
EL LIKUD ACUSA A BENNETT DE LLEGAR AL PODER «A CUALQUIER PRECIO»
El partido de Netanyahu, el Likud, ha emitido un duro comunicado tras conocer la noticia en el que acusa a Bennett de evitar las quintas elecciones como una «excusa» para alcanzar el poder a toda costa.
«Bennett sabe bien que en cualquier momento que se uniera a la derecha, se formaría un gobierno de derecha», señala el conservador Likud.
«Lo único coherente sobre Bennett es que engaña a sus electores y al resto de los votantes de derecha, y tirar los principios de los que hablaba a la basura, todo para ser primer ministro a cualquier precio», concluye la nota.