El Molino de El Ronzón de Bezana entra en la Lista Roja de patrimonio de Hispania Nostra por su «completo abandono»
El Ayuntamiento mantendrá una reunión con la Confederación Hidrográfica para retomar el proyecto de rehabilitación
El Molino medieval de El Ronzón, ubicado en Sancibrián, en el municipio de Santa Cruz de Bezana, ha entrado en la Lista Roja del patrimonio de Hispania Nostra por su «completo abandono».
La asociación ha incluido el 10 de enero en su Lista Roja este molino del siglo XV, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, y que está protegido como bien catalogado en las Normas Subsidiarias (NNSS) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana, que pretende retomar el proyecto de rehabilitación.
Según indica Hispania Nostra, a pesar de que aún quedan restos de la estructura del molino y de la presa de sillar, se encuentra semiderruido y completamente cubierto por la vegetación, lo que dificulta enormemente su correcta lectura. Esta vegetación procede en gran parte del ecosistema del arroyo.
Por otro lado, el molino se encuentra incluido en diferentes rutas turísticas y cuenta con señalética en la que se describe el proceso de la molienda del grano. Sin embargo, «su estado es de completo abandono, lo cual se refleja no únicamente en el molino, sino en el estado de degradación de la propia cartelería», señala.
Tras conocer estos hechos, este lunes, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana ha informado en un comunicado que en diciembre remitió a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico el proyecto de rehabilitación del molino, que este mismo organismo rechazó en 2014 «con el fin de que lo reconsidere».
Para el concejal de Cultura y Patrimonio, Javier Ruiz, es «comprensible» la inclusión de la edificación en la Lista Roja, después de que «tras el rechazo a acometer este proyecto por parte de la Confederación, ninguna corporación municipal haya movido un dedo de cara a conservar el molino».
Por este motivo, y «nada más llegar al Ayuntamiento», las concejalías de Patrimonio y Turismo decidieron comenzar a estudiar «la mejor manera de volver sobre este tema» y acordaron «retomar» el proyecto presentado en 2013 por el Consistorio al considerarlo «perfectamente válido».
«Es lo que pondremos sobre la mesa ante la Confederación, un organismo con el que, en diciembre de 2023, agendamos una reunión a finales de este mes de enero».
Según el Consistorio, el proyecto, que contempla una inversión aproximada de 110.000 euros, fue rechazado en 2014 por la Confederación aduciendo que la estructura carecía de concesión administrativa para el aprovechamiento de las aguas, y que ésta ocupaba el dominio público hidráulico, afectando a las corrientes en el caso de producirse avenidas extraordinarias.
Una negativa que el servicio técnico municipal consideró entonces «inadecuada y absolutamente desproporcionada», ha recorado Ruiz, quien visitó la zona el 4 de enero, junto al encargado del mantenimiento de Parques y Jardines, para establecer un protocolo de retirada de la vegetación que cubre la estructura desde 1920 y que se realizará en diferentes fases «para que el molino no se venga abajo» puesto que se encuentra enraizada entre las piedras y no puede ser arrancada, al igual que «un plumero cercano que amenaza la estructura».
Así, se recortará la vegetación y se secará durante tres meses, cubriéndola con lonas.
El edil ha aseverado que el Ayuntamiento está realizando una serie de acciones para poner en valor el patrimonio material y etnográfico de la red de molinos en el cauce del Arroyo Otero, para lo que «resulta imprescindible acometer la consolidación y rehabilitación de los restos».
«El Molino del Ronzón, al igual que el de San Juan de la Canal, en la desembocadura del Arroyo Otero, son bienes patrimoniales catalogados, por lo que esperamos que, diez años después, la Confederación reconsidere su postura y dé luz verde al proyecto», ha concluido.
MOLINO
El molino está ubicado sobre el arroyo Otero, que nace en el barrio de Bojar (en Santa Cruz de Bezana), discurre por Sancibrián y Soto de la Marina hasta llegar a La Canal, donde se localiza también el molino de San Juan de La Canal. El Ronzón, en su origen, era de planta rectangular con posibles esquinales de sillería.
En sus estancias internas habría contado con una tolva para canalizar el grano que se vertía sobre ella. Posteriormente se dosificaba el grano gracias a la carraca, pasando a la que sería la sala de molienda, que contaba en su origen con piedra volandera, piedra solera, la costanera y el harinal.
El grano era molido por las ruedas de piedra, depositándose la harina resultante en el harinal. El agua que hacía girar las palas del rodezno, accionando de esta forma el molino, entraba a presión tras estar retenida en la represa, cuyo acceso contaba con un arco de medio punto que aún se puede observar a través de la maleza.
El Ronzón es el más antiguo de todos los molinos ubicados en el arroyo Otero. El primer documento en el que se menciona corresponde a una compraventa del año 1496, por la que la comunidad del monasterio de Santa Catalina de Monte Corbán, propietaria durante años del molino, vende la mitad del mismo a un particular procedente de Trasmiera, Pedro Sánchez de Castilla.
Se trataba de un molino maquilero, se empleaba la molienda para el abastecimiento de los habitantes de Sancibrián o de Santa Cruz de Bezana, y el pago se realizaba al molinero en especie, que tenía como nombre maquila. Es así como el molinero pedía a cambio maquileros o celemines y se quedaba con parte de su propia molienda.
El molino de El Ronzón estuvo en funcionamiento casi 500 años, ya que se tiene constancia del cese de su producción en el año 1920.