El ministro de Exteriores de México dice que sería «casi suicida» no investigar a Cienfuegos por narcotráfico
El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha recalcado este viernes que sería «casi suicida» no investigar al exministro de Defensa Salvador Cienfuegos por narcotráfico, por lo que ha descartado un escenario de impunidad.
En una rueda de prensa desde el Palacio Nacional, el ministro ha puntualizado que «no se está defendiendo a Cienfuegos» sino el principio de cooperación y respeto mutuo entre México y Estados Unidos, país del que fue extraditado.
Según ha informado el diario Milenio , Ebrard ha aseverado que la instrucción del presidente ha sido la de expresar con «prudencia, firmeza y claridad la posición de México para defender la dignidad nacional, su soberanía e instituciones».
Para el Gobierno mexicano, la apertura de la investigación contra el general por parte del Departamento de Justicia estadounidense supuso una violación de la cooperación entre los dos países.
«Pónganlo muy simple, hay dos caminos: o se repara esa violación al acuerdo que existe entre ambos o entonces nosotros pondremos sobre la mesa revisar toda la cooperación», ha aseverado. «Porque ¿quién lo puso en duda?, ¿nosotros? No. Entonces, lo que México hizo fue plantear esto, exacto como lo estoy diciendo, y con todo respeto», ha matizado.
Así, ha expresado que debe reconocer que el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, «se dio cuenta de que México tiene razón, le asiste la razón y el derecho». Ebrard ha explicado a su vez que el caso Cienfuegos no tiene precedente, por lo que se ha depositado la confianza en la Fiscalía para llevar a cabo una pesquisa que «esté a la altura del prestigio de México».
«De modo que para México no existe el escenario de impunidad. Sería muy costoso para México haber optado por tener esta conversación con Estados Unidos, lograr que se desestime por primera vez en la historia los cargos contra un ex secretario, en este caso de la Defensa, que se haya retornado a México y luego no hacer nada», ha afirmado.
En este sentido, ha hecho hincapié en que no investigar sería «casi suicida» y ha aseverado que para eso «sería mejor no decir nada o que se quedará allá», en Estados Unidos.
El presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, ha negado por su parte que el Gobierno recurriera a «amenazas» para negociar y lograr la repatriación del general y ha reiterado que fue «por la vía diplomática» por la que se manifestó su inconformidad con las acciones tomadas por Washington contra Cienfuegos sin mediación entre las autoridades.
«Ahora están diciendo que amenazamos con expulsar a los agentes de corporaciones extranjeras. No amenazamos a nadie. Lo único que hicimos fue, por la vía diplomática, expresar nuestra inconformidad y nos entendieron muy bien. Y se resolvió en esta primera instancia el problema. Ahora la fiscalía va a llevar a cabo la investigación», ha alertado.
No obstante, ha aclarado que su Gobierno seguirá cooperando con Estados Unidos y ha asegurado que no habrá «impunidad ni en este ni en ninguno otro caso», si bien «no se debe aceptar que se fabriquen delitos».
A través de un comunicado conjunto con la Fiscalía de México, Barr explicó el martes que Washington ha preferido no solicitar «cargos penales» contra Cienfuegos «en reconocimiento de la sólida asociación policial» entre ambos países.