El metabolismo de las células del linfoma proporciona un nuevo objetivo para terminar con este cáncer
Los linfomas agresivos, y relativamente comunes llamados linfomas difusos de células B grandes (DLBCL), tienen una vulnerabilidad metabólica crítica que puede explotarse para «engañar» a estos cánceres para que se mueran de hambre, según un estudio de investigadores de Weill Cornell Medicine (Nueva York) y el campus de Ithaca de Cornell (Nueva York).
Los investigadores, cuyo estudio se ha publicado en la revista Blood Cancer Discovery , han descubierto una proteína llamada ATF4, un interruptor maestro genético que controla las actividades de cientos de genes, que tiene un papel clave en el apoyo al rápido crecimiento de DLBCL.
En este sentido, han descubierto que «silenciar» esta proteína en las células DLBCL esencialmente engaña a las células para que se mueran de hambre y ralenticen su crecimiento, y que dirigirse a ATF4 junto con una proteína metabólica estrechamente relacionada, SIRT3, mejora aún más este efecto anticancerígeno.
«ATF4 representa una vulnerabilidad crucial y explotable en los DLBCL, y una que parecen compartir independientemente de las mutaciones genéticas específicas que los desencadenan», ha comentado el coautor principal, Ari Melnick.
El objetivo del estudio ha sido investigar el SIRT3, que reside en las mitocondrias, los diminutos reactores de combustible que queman oxígeno en nuestras células y que son esenciales para impulsar las actividades celulares. El equipo de investigación había descubierto en un estudio de 2019 que SIRT3 apoya firmemente el crecimiento y la supervivencia de los DLBCL al acelerar las reacciones bioquímicas que producen los bloques de construcción moleculares que las células necesitan para proliferar
Con el nuevo estudio, han explorado más a fondo cómo SIRT3 promueve el crecimiento de DLBCL y descubrieron que una de las formas importantes en que lo hace es aumentando la producción de otra proteína que influye en el metabolismo, ATF4. Los experimentos han revelado acelera el metabolismo del DLBCL, reduce los grupos de aminoácidos que las células usan para producir proteínas y, de otro modo, impulsar su crecimiento. Esta reducción equivale a una señal de inanición que activa la producción de ATF4, que a su vez aumenta la producción y la importación de aminoácidos, lo que mantiene aún más la proliferación maligna de DLBCL.
De esta manera, han demostrado que la inhibición de SIRT3 da como resultado la acumulación de aminoácidos específicos que son generados por las células tratadas que canibalizan sus propias proteínas. Esta situación esencialmente engaña a las células DLBCL para que se comporten como si tuvieran un suministro de nutrientes adecuado y da como resultado una supresión paradójica de la producción de ATF4, lo que a su vez conduce a una inanición más severa.
«Una de las cosas realmente interesantes de este estudio es que muestra cómo las condiciones de los nutrientes, en principio incluso de las dietas de los pacientes, pueden afectar profundamente la actividad de las células cancerosas», ha manifestado el investigador, Meng Li.