El megavatio podría situarse entre los 300 y 400 euros con las bajadas de temperaturas, según Tempos Energía
Afirma que hay «un ciclo alcista» en donde influye la decisión de la estadounidense Freeport de retrasar su puesta en marcha
SEVILLA, 5
El precio de la luz podría retomar los 300 euros el megavatio hora (Mwh) alcanzado durante el pasado mes de agosto, en un contexto geopolítico en el que se prevé que la llegada del invierno golpee duramente tanto a los países de la UE como a Rusia, con lo que los valores del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) podrían llegar a superar los 240 euros, según estimaciones de Tempos Energía.
El director general de Tempos Energía, Antonio Aceituno, ha indicado que si se produjera una bajada drástica de las temperaturas en las regiones más importadoras de gas, como Alemania cuyas reservas solo podrían aguantar escasas semanas, los valores del Mibgas «se dispararían».
La inminente llegada del invierno ha planteado un escenario «preocupante» que haría oscilar el precio de la electricidad entre los 300 y 400 euros el megavatio hora. Para el experto, la variable más optimista consistiría en que si continúa un clima «amable», los inventarios de gas en Europa se agotarán en aproximadamente dos tercios este invierno, siempre que los flujos rusos continúen a través de Ucrania.
«Este escenario permitiría unos valores, para el precio de la energía eléctrica, pool más mecanismo de ajuste, cercanos a los 300 euros», ha indicado el experto. Sin embargo, en caso de que el invierno golpee duramente al norte y centro del Viejo Continente y Rusia opte por cortar los flujos de gas un 10% del total, «Europa se enfrentaría a un escenario totalmente adverso».
«Esto se debe, principalmente, a que Alemania, afectada por una notable bajada de las temperaturas, solamente tendría reservas para ocho o diez semanas», ha señalado, tras afirmar que esta situación, en el peor de los casos, situaría el precio del megavatio hora eléctrico por encima de los 400 euros, ha advertido el experto en gestión de energía.
Al respecto de las fluctuaciones del precio del mercado del gas, Aceituno ha sostenido que «es posible que nos encontremos ante el inicio de un ciclo alcista»; una tendencia que, según ha expuesto, «halla uno de sus principales motivos en el reciente anuncio de la segunda terminal de exportación de gas natural licuado más grande de EEUU, Freeport, de retrasar su puesta en marcha hasta mediados de diciembre».
Freeport representa el 17% de la capacidad de licuefacción de EEUU, una cantidad que se exportaba en su totalidad a Europa antes del incendio, en junio de 2022, por lo que las consecuencias de esta medida serán directas para el Viejo Continente, ha subrayado.
Asimismo, el director general de Tempos Energía ha resaltado que otro de los factores que invitan a pensar en la tendencia al alza de los precios del gas ha sido la amenaza de Gazprom de frenar sus envíos a través de Ucrania, su última ruta. «Es una señal de que la oferta de este recurso podría reducirse», ha dicho.
«Además, hemos de añadir que el volumen de Gas Natural Licuado (GNL) que se espera descargar frente a las costas europeas, durante al menos cinco días, se ha reducido a la mitad desde el máximo de dos miles de millones de metros cúbicos visto el 23 de octubre, hasta poco más de 1.000 millones de metros cúbicos o sólo doce buques», ha apostillado el experto.
Esta es una cuestión que «está directamente relacionada con una perspectiva climática más fría, la cual ha impulsado significativamente el sentimiento alcista», ha incidido Aceituno.
EL PETRÓLEO, DEPENDIENTE DE CHINA Y RUSIA
«Los próximos tres meses van a depender de una manera importante de dos grandes incógnitas: la cantidad de oferta rusa que salga del mercado tras la entrada en vigor de las sanciones el 5 de diciembre, y cuándo y con qué rapidez se recuperará la demanda en China». Mirando a esta última parte de la ecuación, «los mercados esperan una disminución significativa de las restricciones del coronavirus, solo a partir de marzo o abril, como muy pronto», ha dicho Aceituno.
Además, la reapertura del país el próximo año, podría ser «de ida y vuelta», ya que «los funcionarios pueden dar marcha atrás si los casos de Covid se disparan ya que, si bien dos tercios de los chinos de 80 años o más están completamente vacunados, solo el 40 por ciento está reforzado».
No obstante, el director general de Tempos Energía ha sostenido que «la primera parte de la ecuación es la realmente complicada, abriéndose dos posibilidades en cuanto a precios». La vía más favorable para Europa consiste en que Moscú «consiga redirigir todo su petróleo desplazado, esperando que éste alcance un máximo de 1,5 miles de barriles diarios». Un hecho que permitiría que el Brent «pudiera moverse entre los 80 y 90 dólares por barril, teniendo en cuenta la debilidad de China y el tamaño de inflación que ahora mismo manejan los mercados», ha apostillado.
Aceituno ha advertido de que, «si los socios orientados al mercado, un calificativo que aplica el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, no son capaces de manejar el nuevo puzzle», el coste del crudo «tiene altas posibilidades de situarse entre los 110 y 120 dólares por barril».
En cuanto al actual mercado del crudo «se puede apreciar como la demanda se está suavizando», según ha apuntado Aceituno. No obstante, el experto ha señalado que «existe un exceso de oferta a corto plazo, ya que en los últimos días los contratos de futuros han entrado y salido del contagio, lo que indica que el precio inmediato es más bajo que el coste futuro».
Así, el director general de Tempos Energía ha señalado que las próximas actuaciones de Rusia y China serán «determinantes para el desarrollo del mercado del petróleo». En lo que respecta a la situación del tope de crudo a Rusia, los países de la UE «se ven obligados a elegir entre dos prioridades que son casi imposibles de resolver: tratar de sofocar los ingresos de Rusia, y evitar picos potencialmente dolorosos en el precio del petróleo que podrían dañar la economía global».
Sobre esta doble problemática, «los países europeos han estado discutiendo sobre establecer un tope para el precio del barril de petróleo (bbl) que oscile entre los 65 y los 70 dólares por barril», según ha apuntado Aceituno. Una medida que, según resalta el experto, «apenas afectaría a la posición de Rusia, cuyos costes de producción son mínimos, en torno a los 20 dólares por barril, en comparación con este tope».
Además, actualmente el crudo ruso cotiza con un descuento significativo, en comparación con el Brent, de alrededor de 65 dólares por barril de petróleo, está en línea con lo que ya están pagando los compradores asiáticos.