El lehendakari apuesta por retomar el pacto de rentas y «hablarlo también con los agentes económicos y sociales»

Dice que en septiembre se aplicarán algunas de las medidas anunciadas en beneficio de la economía familiar y, si es necesario, habrá «más»

BILBAO, 31

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha apostado por retomar el debate «aparcado» sobre el pacto de rentas, que ve «necesario», y, en este sentido, ha apelado a «hablarlo desde el ámbito de los agentes políticos pero también con los agentes económicos y sociales».

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, el presidente vasco ha vuelto a subrayar que, ante la «complicada» situación económica que se prevé, Euskadi tiene «bases sólidas» pero no es «una isla», sino que vive en «un contexto de globalización» y, por ello, ha dicho ser «consciente» de la «inquietud social» que hay.

En todo caso, ha apelado a estar también «esperanzados» porque ya se han vivido «tormentas en el pasado, las hemos superado y esta la superaremos».

Urkullu ha admitido que es «difícil» poder actuar desde Euskadi ante el problema de inflación ya que es «una cuestión a nivel europeo», si bien ha recordado que Gobierno Vasco y diputaciones han anunciado ya medidas, como la deflactación, para afrontar la subida de precios «en la medida de nuestras competencias y capacidades».

Según ha remarcado, se van a seguir «analizando los acontecimientos» y, si fuera necesario adoptar «más medidas, las adaptaremos en beneficio de la economía familiar». En todo caso, ha señalado que «mañana comenzamos un mes de septiembre en el que ya se aplicarán algunas de las medidas anunciadas en julio y que tendrán un reflejo en lo pueda ser una mayor economía para las familias».

Asimismo, ha lamentado que esté «un poco aparcado» el debate sobre la necesidad de un pacto de rentas ante la actual situación de inflación. «Creo que es necesario abordar un pacto de rentas para tener en cuenta la capacidad de poder adquisitivo de las familias y que hay que hablarlo desde el ámbito de los agentes políticos pero también con los agentes económicos y sociales», ha manifestado.

Urkullu ha eludido pronunciarse sobre cuánto deberían subir los sueldos en el actual contexto de precios y ha subrayado que «habrá que ver la capacidad de las empresas» porque no es lo mismo «hablar de grandes empresas, de una mediana o pequeña empresas, de las microempresas o de los profesionales autónomos».

Según ha indicado, además, habrá que «conjugar lo que pueda ser el ámbito de lo público con el ámbito de la iniciativa privada» para no generar «brechas sociales».

Ante la posibilidad de aumento de la conflictividad laboral, el lehendakari ve «comprensible» que los trabajadores «aboguen por derechos», entre ellos «la esperanza de que puedan mantener su calidad de vida actual». «Entiendo que los trabajadores y toda persona vele por lo que pueda ser el poder adquisitivo para hacer frente a esta situación que nos afecta a todos», ha insistido.

Preguntado si considera que la patronal no está comportándose a la altura de las circunstancias , ha afirmado que él «no ve esta realidad» y percibe en los empresarios «de todo tipo» con los que mantiene contacto «una preocupación».

Urkullu ha reiterado que la clase empresarial «es muy diversa, muy amplia y plural» y, por ello, no se debe «caer en generalizaciones» que pueden tener «riesgo de mala interpretación». Tras precisar que «la empresa la constituyen los empresarios, los directivos y los trabajadores» y es «la que alimenta el crecimiento económico», ha advertido de que «tendrá que tener unos beneficios y otra cosa es cómo se redistribuyen».

REFLEXIÓN COMPARTIDA

Cuestionado por las críticas por parte de grandes empresas a los impuestos planteados a beneficios extraordinarios, ha considerado que «sí deberían tener, a la hora de expresarse, en consideración la incidencia en la sociedad», aunque ha matizado que se trata de «un debate complejo» en el que confluyen «el modelo energético, actividad empresarial, beneficios, aplicación de esos beneficios a sus clientes….»

A su entender, «en un mundo globalizado es una reflexión que debe ser compartida con las grandes empresas» y, por ello, le parece «un error que unos y otros nos estemos expresando como una exigencia para con el otro o una supuesta defensa de derechos sin tener en cuenta cuál es el objetivo final: el del crecimiento económico para la redistribución de la riqueza».

Finalmente, ha aludido a la propuesta expresada por el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, de subir el IRPF a las rentas altas, en lugar de implantar un tributo a las energéticas. En este sentido, Urkullu, que ha eludido entrar en el debate sobre «otros sistemas» en el Estado, ha subrayado que Euskadi tiene una política fiscal «progresiva» y «equilibrada» que es «modélica» en el Estado y con la que se puede estar «satisfechos».