El líder de los golpistas pone en marcha una «hoja de ruta» para «volver a la normalidad constitucional»
El teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, presidente del Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR), responsable del golpe de Estado en Burkina Faso el lunes, ha anunciado este jueves una «hoja de ruta» para volver a la «normalidad constitucional» en el país.
«Afirmo mi compromiso y el de todo el MPSR de interponernos siempre en el camino de cualquier intento de desviar el proceso de reconstrucción de nuestra nación, convocado por los pueblos de todos sus deseos durante casi una década», ha dicho en su primera aparición en televisión tras el golpe de Estado que derrocó al presidente, Marc Roch Christian Kaboré.
En este sentido, ha remarcado que pondrá en marcha «una hoja de ruta» que tendrá como objetivo «planificar y llevar a cabo la recuperación» y ha adelantado que se están llevando a cabo consultas, incluso con «personalidades del régimen saliente», para «identificar las líneas maestras que lleven, en el largo plazo, hacia decisiones consensuadas e incluyentes».
«Nuestra ambición no es otra que la de federar todas las energías de nuestro país para sentar las bases de una nueva Burkina Faso, despojada de los oropeles de manejos políticos reñidos con las nuevas aspiraciones de nuestro pueblo», ha recalcado, tal y como recoge Infowakat.
Asimismo, ha apuntado que la «prioridad» sigue siendo la seguridad para el «retorno gradual» de la Administración Pública y el reasentamiento de los desplazados internos: «Necesitamos reducir significativamente las áreas bajo influencia terrorista y los impactos del extremismo violento».
Por ello, Damiba ha hecho un llamamiento a todos los componentes de las fuerzas de seguridad para «la defensa de la patria»: «En unidad y cohesión, y con el apoyo de todo el pueblo de Burkina Faso, tengo fe en que superaremos este desafío».
También ha pedido a la comunidad internacional que apoye al país para que pueda salir de la crisis y retomar «lo más rápido posible» su marcha hacia el desarrollo.
«Comprendo las dudas, legítimas, que suscita esta ruptura del funcionamiento normal del Estado, pero querría asegurar a todos los amigos de Burkina Faso que el país seguirá respetando sus compromisos internacionales, en particular en lo que respecta a los Derechos Humanos», ha recalcado.
Finalmente, ha dicho que la vuelta a la normalidad «requerirá grandes esfuerzos individuales y colectivos», así como «dejar de lado los intereses personales para dar paso a los intereses de todos», algo que llevará, al final, a «mejorar la gobernanza a todos los niveles».
El golpe de Estado llegó tras un amotinamiento de militares el domingo en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo, motivo por el que los soldados exigieron la dimisión de Kaboré y otros altos cargos de las fuerzas de seguridad.
El amotinamiento tuvo lugar cerca de dos semanas después de que las autoridades anunciaran el arresto de ocho militares, incluido un comandante, en relación con un presunto complot para «desestabilizar» las instituciones del país. Asimismo, suspendieron la semana pasada el acceso a Facebook por motivos de seguridad no especificados.
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.