El ISCIII financiará un proyecto para mejorar el diagnóstico de los pacientes con Covid persistente
El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) financiará un proyecto de la Red Española de Investigación en Covid persistente (REiCOP) que busca desarrollar una definición de la enfermedad basada en algoritmos probabilísticos generados a partir de la caracterización clínica de la enfermedad, de manera que se mejore el diagnóstico de los pacientes.
Se trata de establecer una probabilidad diagnóstica basada no solamente en síntomas, sino también en signos, biomarcadores y otros datos analíticos de imagen y de prueba de las exploraciones de las escalas que permitan decidir «con alta probabilidad» que una persona padece una Covid persistente.
Así lo ha anunciado la presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Pilar Rodríguez Ledo, en el marco de la celebración de la jornada Covid persistente: buscando respuestas para necesidades no resueltas , que ha tenido lugar este jueves.
Además de desarrollar una definición de Covid persistente y de aclarar criterios de diagnóstico y los diferentes perfiles clínicos y biológicos de las personas afectadas, el proyecto identificará factores de riesgo, lo que permitirá avanzar en la predicción de su desarrollo, en la personalización de su abordaje, y en las potenciales respuestas al tratamiento.
«Necesitamos una definición sólida que nos permita clasificar bien a los pacientes, tenerlos identificados y codificados para después establecer y valorar cuántos pacientes tenemos. De la misma forma que sucede en la mayoría de las enfermedades reumáticas, por ejemplo, la artritis reumatoide, el lupus o la insuficiencia cardíaca, que también tienen una escala de probabilidad para el diagnóstico», ha explicado en declaraciones a los medios.
En este sentido, «son muchas las patologías, no solo la Covid persistente», las que «no tienen» una prueba diagnóstica precisa. «Hay muchas que no son así y lo que se basan es en algoritmos de probabilidad de tener una enfermedad. Esto es lo que queremos hacer con ayuda de expertos», ha insistido.
Así las cosas, el fin último es desarrollar un test donde, en función de si se cuenta o no una serie de «ítems», la probabilidad de Covid persistente es alta. «Para poder desarrollar el test, necesitamos datos de pacientes, y ahí enlaza con el registro clínico que nosotros llevamos promoviendo desde hace mucho tiempo», ha precisado Rodríguez Ledo. El test, por tanto, será una herramienta que tendrá el clínico a su disposición.
Hasta ahora, el diagnóstico se ha realizado en función de la definición promovida por la OMS, que se basa en la existencia de unos síntomas determinados: fatiga, astenia y disnea, precedida de un contagio por coronavirus, y que dura más de 12 semanas (3 meses) y que no responde a ningún otro diagnóstico.
UNOS 70 MILLONES DE CASOS DE COVID PERSISTENTE EN TODO EL MUNDO
La OMS estima que hay unos 70 millones de personas con Covid persistente en el mundo. En España, se cree que puede haber alrededor de dos millones, pero «no se sabe cuántos» exactamente, ya que, además, están «pululando» por el sistema «sin que se les resuelva realmente» su condición. «Están siendo tratados, por decir así, no por la enfermedad, sino por sus síntomas. Y esto es como si a una persona con neumonía la tratáramos por tener fiebre», ha apostillado.
Respecto al género, todos los estudios valoran que hay «un gran predominio» de las mujeres en los diagnósticos de Covid persistente. «Tiene una base inmunológica, y las enfermedades inmunológicas son más prevalentes en las mujeres que en los hombres», ha aclarado Rodríguez Ledo.
De hecho, en las primeras olas, el 75 por ciento de las pacientes eran mujeres. «Ahora, parece que hay un poco menos porque, a medida que nuestro sistema inmunitario va madurando, la importancia y el peso del sistema inmunitario en el desarrollo de Covid persistente es menor. Por eso se van equiparando un poco, pero aún así sigue siendo un claro predominio femenino», ha señalado. En cuanto a la edad, en las primeras olas se vio que el 50 por ciento tenían entre 36 y 50 años, «es decir, jóvenes», ha señalado la presidenta de SEMG.
«Afortunadamente, nuestro sistema inmunitario ha mejorado, por la inmunidad natural que hemos adquirido con los contagios, pero también, por supuesto, por la gran labor de las vacunas», ha señalado, para añadir que la tendencia de casos, aunque no está cuantificada, es «a disminuir».
«Probablemente, en un principio, en la primera ola, al inicio del todo, había un 15 por ciento e incluso un 20 por ciento de conversión a Covid persistente. Eso se estabilizó en torno a un 10 por ciento de los que se habían contagiado. Ahora creemos que podría estar en torno a un 6-7 por ciento y, además, con síntomas menores y menos intensos», ha finalizado.