El investigador Carlos Briones llama a evitar el ego porque el ser humano solo es «un actor más» del ecosistema
El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) Carlos Briones ha llamado a dejar de lado el ego característico del ser humano, por el que se tiende a considerar superior a otras especies, y centrarse más en la perspectiva global del ecosistema, ya que «el ser humano es un actor más dentro de la biodiversidad actual».
En estos términos se ha pronunciado el divulgador y escritor durante la ponencia La vida ya no es lo que era , en el marco del II Ciclo de Conferencias Ciencia, medicina y humanismo , organizado por la Fundación Lilly y el Círculo de Bellas Artes. Según ha señalado, en el ecosistema conviven y se interrelacionan millones de especies, siendo el 85 por ciento de ellas microorganismos, y el ser humano es «una pieza más» de este entramado.
«Nos gusta pensar que los seres humanos somos la cima de la evolución, pero la realidad es que compartimos el planeta con millones de especies microscópicas que han moldeado la vida desde hace miles de millones de años, y no estamos ni más ni menos evolucionados que ellas», ha detallado.
Durante su intervención, Briones ha recorrido distintas definiciones del concepto «vida» que se han planteado a lo largo de la historia y desde diferentes disciplinas, como la filosofía, la física, la química, la biología, la antropología o la literatura, desmontando conceptos preestablecidos sobre la propia existencia humana.
«El origen de la vida tiene unos 3.900.000.000 años y los humanos que lo estudiamos surgimos hace solo 300.000 años. Somos un fruto de la evolución, una entidad evolutiva más. Y la vida de cada ser humano individual es solo un fotograma dentro de la larguísima película de la vida en la Tierra», ha destacado.
Así, ha planteado la definición de la vida teniendo en cuenta diferentes ángulos para señalar que «un ser vivo, desde el punto de vista biológico, es un sistema químico que presenta tres características: compartimento, metabolismo y capacidad de replicación».
Además, ha subrayado que la vida en su conjunto debería entenderse como «una red de interacciones e interdependencias, en la que lo ecológico es más relevante que lo individual» y ha añadido que la evolución es una característica intrínseca a la vida.
Briones ha invitado a los asistentes a «imaginar definiciones de vida más allá de la que conocemos en la Tierra», ya que, según ha señalado, los seres vivos de otros planetas podrían ser «radicalmente» distintos a los conocidos hasta ahora, pero en cualquier caso siempre «serán sistemas basados en agua y carbono, y estarán en constante evolución».
Con conferencias como esta, la Fundación Lilly y el Círculo de Bellas Artes quieren establecer un diálogo entre las ciencias, las humanidades y las artes. Así, la próxima conferencia de este ciclo, Cosas que pasan cuando conversamos , tendrá lugar el lunes 17 de febrero y contará con la participación de la catedrática de Lengua Española en la Universidad de Barcelona y directora de la Cátedra UB Diputació Barcelona (DIBA) de Comunicación Clara Adaptada a las Administraciones Públicas, Estrella Montolío.