El Hospital Quirónsalud Sur pone en marcha una nueva Unidad de Sueño de carácter multidisciplinar
El Hospital Quirónsalud Sur ha puesto en marcha una nueva Unidad de Sueño a cargo de la doctora Irene Rubio Bollinger, especialista en Neurofisiología Clínica y experta en patologías del sueño, con el fin de tratar las patologías del sueño de manera multidisciplinar.
En concreto, la unidad la componen especialistas en Neurofisiología y Neurología, que trabajan en colaboración con especialistas en Neumología, Otorrinolaringología, Cardiología, Endocrinología, Cirugía Maxilofacial, Psiquiatría y Psicología, con el fin de tratar al paciente de manera global y personalizada.
La unidad abarca el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de todo tipo de trastornos del sueño: insomnio, parasomnias, trastornos del ritmo circadiano, trastornos respiratorios del sueño o trastornos del movimiento relacionados con el sueño, tanto en adultos como en niños.
«En la unidad se evalúa al paciente en la consulta específica de Sueño, donde, a través de una entrevista dirigida, se incluyen una serie de cuestionarios y recogida de datos y, si es recomendable, se indicará una prueba de sueño nocturna llamada polisomnografía nocturna o una actigrafía», expresa la doctora Rubio, para añadir que se realizará el seguimiento del paciente y de su tratamiento en colaboración con el resto de especialidades médicas implicadas.
TRASTORNOS DEL SUEÑO Y PANDEMIA COVID-19
Según la experta, la pandemia ha alterado «sustancialmente» el sueño «debido al estrés y la incertidumbre, y por las consecuencias que el confinamiento y las restricciones sociales han tenido sobre las actividades de la vida diaria».
Esto también sucede porque mucha gente ha reducido el ejercicio físico y ha dejado de exponerse todo lo necesario a la luz del sol. «Además, durante el confinamiento, se desorganizaron los horarios, la gente se acostaba más tarde y se levantaba más tarde y todo ello ha afectado a la calidad del sueño», ha explicado la especialista.
Otra de las causas por las que la pandemia ha alterado el sueño de la población es por efecto directo de la infección viral. «Los pacientes afectados por la Covid-19 comunican padecer insomnio, apatía, cansancio o fatiga persistentes y dolor corporal generalizado», detalla Rubio.
Así, para minimizar estos efectos sobre el sueño, es recomendable fortalecer la higiene del sueño. Para ello, la doctora insiste en que las horas de acostarse y levantarse deben ser las mismas cada día e, igualmente, también deben ser regulares los horarios de las comidas, así como los de las actividades de ocio y deporte.
En este sentido, es recomendable realizar ejercicio a diario, evitando hacerlo 3 horas antes de acostarse. También es importante exponerse a la máxima luz solar, sobre todo durante la mañana.
Por la noche, antes de dormir debe evitarse la exposición a la luz azul de los dispositivos electrónicos (ordenadores, móviles, entre otros aparatos). Además, el ambiente del dormitorio «debe ser el adecuado para poder dormir», según la doctora.
Por otro lado, es aconsejable ir a la cama solo cuando sea el momento de dormir. «Es importante utilizar la cama solo para dormir, evitando realizar otras actividades como comer, ver la televisión, entre otras», explica Rubio. Además, añade que es preciso evitar el consumo de café después de las 16.00 horas, así como el de alcohol y tabaco por la noche.