El Grupo Internacional de Apoyo a Líbano pide la «urgente» formación de un gobierno «creíble y efectivo»
Advierte de que la economía podría caer en una situación «caótica» si no hay reformas
MADRID, 11
El Grupo Internacional de Apoyo a Líbano (GIS) ha reclamado este miércoles tras su cumbre en París la «urgente» formación de un gobierno «creíble y efectivo» en el país, al tiempo que ha advertido de que la economía podría derivar en una situación «caótica» si no se aplican reformas.
En su comunicado final, ha destacado que «preservar la estabilidad, unidad, seguridad, soberanía, independencia política e integridad territorial de Líbano requiere la formación urgente de un gobierno efectivo y creíble».
Así, ha señalado que este Ejecutivo debe ser capaz de «satisfacer las aspiraciones expresadas por todos los libaneses», «aplicar un paquete sustancial de reformas económicas» y «desvincular al país de las tensiones y crisis regionales».
«Líbano hace frente a una profunda crisis económica y social que ha puesto al país en riesgo de un desarrollo caótico de su economía y una creciente estabilidad», ha advertido, al tiempo que ha subrayado que «existe la necesidad urgente de adoptar reformas económicas sustanciales, creíbles y exhaustivas».
En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de «restaurar el balance fiscal y la estabilidad financiera», «hacer frente a las deficiencias estructurales de la economía libanesa» y lograr «un modelo de financiación sostenible para reducir la vulnerabilidad económica y la dependencia de la financiación externa».
El GIS ha solicitado asía las autoridades que se comprometan a aplicar «reformas y políticas oportunas y decisivas», así como a adoptar unos Presupuestos «fiables» para 2020 de cara a un programa fiscal multianual.
Asimismo, ha resaltado la importancia de que las autoridades «restauren la estabilidad y la sostenibilidad del modelo de financiación del sector financiero», «hagan frente a la corrupción y la evasión fiscal», «reformen las empresas estatales», «apliquen el plan de reforma eléctrica» y «mejoren de forma sustancial la gobernanza y el clima empresarial».
«El GIS reafirma su voluntad de apoyar a un Líbano comprometido con las reformas en la aplicación es este exhaustivo paquete de acciones, incluida la asistencia técnica a un nuevo Gobierno, y garantizar el acceso de Líbano a bienes básicos y servicios comerciales», ha señalado.
Por ello, ha solicitado a las autoridades libanesas a «identificar vías razonables y sostenibles para hacer frente a la crisis, especialmente a través del apoyo de sus socios de desarrollo, incluidas las instituciones financieras internacionales»
El GIS ha aplaudido por último el papel de las fuerzas de seguridad «por sus acciones a la hora de garantizar el carácter pacífico de las protestas y los derechos de los ciudadanos en general».
LÍBANO PIDE AYUDA INTERNACIONAL
Líbano pidió la semana pasada a sus aliados internacionales que avalen o financien parte de las importaciones de bienes de primera necesidad, en un momento en que el país vive un momento especialmente difícil dentro de su casi permanente estado de crisis política.
«En el marco de sus esfuerzos para abordar la falta de liquidez y asegurar los requisitos básicos de importación para los ciudadanos, el primer ministro ha pedido que avalen la concesión de créditos para las importaciones, asegurando así la continuidad de la seguridad alimentaria y las materias primas para la producción en diversos sectores», informó la oficina del primer ministro en funciones, Saad Hariri.
La dimisión de Hariri, presentada en octubre, sólo se hará efectiva cuando el presidente del país, Michel Aoun, designe un sustituto para solucionar la parálisis reinante en Líbano, cuya economía atraviesa su peor momento desde el final de la guerra civil en 1990.
El presidente libanés convocó para el 9 de diciembre una ronda de consultas parlamentarias para elegir al nuevo primer ministro, tras constatar ciertos avances sobre un acuerdo para un candidato de consenso, si bien fue aplazada a última hora hasta el 16 de diciembre.
Las protestas en Líbano arrancaron a principios de octubre después de una caída de la moneda local por primera vez en las últimas dos décadas, pero el descontento se arrastraba desde julio, cuando el Parlamento aprobó un presupuesto de austeridad para hacer frente al déficit.